Daniel Lazar, sacerdote de rito bizantino: "me siento como un vendedor de sueños"
Compartimos un día con un sacerdote rumano que concelebra el culto para la comunidad rumana en varios pueblos como Daimiel, Bolaños, Pedro Muñoz o Villarrubia de los Ojos

Un día con... Daniel Lazar, sacerdote católico de rito bizantino
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Ciudad Real
Daniel Lazar es sacerdote católico de rito bizantino, de origen rumano. Gracias a un acuerdo entre la diócesis de Cluj-Gherla en Rumanía y la de Ciudad Real ejerce como un párroco más en varios puntos de la provincia para la comunidad rumana, la de mayor implantación. Bolaños, Villarrubia de los Ojos, Daimiel, Pedro Muñoz o en la capital su iglesia de referencia en la parroquia de Nuestra Señora de los Remedios.

Celebración de una misa del sacerdote de origen rumano Daniel Lazar / Web diócesis de Ciudad Real

Celebración de una misa del sacerdote de origen rumano Daniel Lazar / Web diócesis de Ciudad Real
Desde marzo de 2005 vive en Ciudad Real junto a su familia, su mujer y su hijo de 14 años, están plenamente integrados en Ciudad Real. Su religión les permite elegir entre el celibato y el matrimonio. Se muestra muy feliz "el respeto es un principio fundamental" y reconoce que en el colegio que va a su hijo, lo han aceptado con normalidad.
Nos cuenta que le ayudan en sus celebraciones y que de ningún modo fuerza a su hijo, ahora en etapa adolescente, a ir a misa. "Las cosas deben ser naturales, lo importante es servir al Señor, sirviendo a los demás. Me gusta decir que soy un vendedor de sueños, igual puedo alimentar el sueño de alguien y puedo entenderlo en la confesión". Habla de su vocación como una misión que el Señor le ha confiado unas gentes, "con ellas intento pastorear", indica.
Importa la intensidad no la cantidad
Celebraciones y cultos con aforo reducido en las que también comparte sus problemas e inquietudes. Reconoce que las iglesias están cada vez más vacías pero lo que importa, según señala, es la intensidad no la cantidad, espero que haya un resurgir.
Asegura que este año de pandemia ha sido muy duro también para la comunidad rumana, muchos se han marchado y los que siguen aquí también han sufrido el golpe de no poder despedir a sus seres queridos a consecuencia del virus. En su caso, tuvo que asumir la muerte de su padre a consecuencia del coronavirus el pasado mes de noviembre.
Reflexiona que a consecuencia de ello "la gente se ha dado cuenta del valor real de las personas y de las cosas, cuando muchas veces nos pasamos la vida quejándonos por tonterías".
Pensando en la gente joven les anima que aprendan a escuchar en un mundo donde hay tanto ruido, a buscar espacios para seguir el Evangelio, algo que a él le fascinó desde pequeño.

Carmen del Campo
Jefa de Contenidos del Grupo de emisoras en la provincia de Ciudad Real. Licenciada en "Periodismo"...