Restricciones que nadie cumple
Desde marzo de 2020, la postura más racional respecto a las restricciones consiste en cumplirlas críticamente
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La línea roja Matías Vallés (10/05/2021)
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Palma
Buenos días. Desde hace quince meses vivimos confinados de facto, sometidos a restricciones que parecen aumentar en vez de disminuir.
Ahora mismo, hasta un Govern regional se atreve a imponer un toque de queda.
Desde marzo de 2020, la postura más racional respecto a las restricciones consiste en cumplirlas críticamente.
Confieso que leí con detenimiento el primer rosario de medidas publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad, pero que nunca más.
Y es que mientras se pone el énfasis en las medidas más estruendosas como el toque de queda, se disimulan restricciones con sordina que en realidad nadie cumple.
La más sonada se centra en los famosos convivientes.
Que levante la mano quien no recibiera o visitara a personas de otro domicilio cuando solo se podía alternar con convivientes.
Se funcionó aquí con la flema habitual de la tierra, no rechistar pero incumplir sistemáticamente.
En regiones más estridentes, se protestaba con energía sobre la imposibilidad de visitar a la abuela.
Aquí también se criticaba la norma, pero ya reunidos en casa de la abuela.
Y pruebe algún día a correr con la mascarilla puesta, así descubrirá el grado de cumplimiento de esta regla imposible en los gimnasios.