¡Al hotel Ritz, por favor!

Madrid

Fue el monarca Alfonso XIII, a quien a veces criticamos pero que si se rasca la superficie la verdad es que tenía ojo para muchas cosas (recordemos que fue uno de los primeros en preocuparse por los civiles europeos en la Primera Guerra Mundial) quien pensó después de una visita a Londres y París, que Madrid necesitaba un hotel acorde con la calidad de las personas que en ocasiones venían a la capital. De esta forma se decide levantar el Hotel Ritz en 1910 (la historia es más larga, pero para eso está el podcast) poniendo incluso dinero de su bolsillo (y de los españoles) para poder erigir el espectacular edificio. Alfonso XIII contactó con el hotelero suizo César Ritz para que se encargara de las obras y del proyecto en Madrid.

Toreros y artistas vetados

El lugar en donde se levanta el hotel está lleno de historia. Durante el siglo de Oro era parte de los enormes jardines del Retiro que formaban el lugar de ocio y descanso de los Austrias. Si embargo, ya a finales del XIX estaba totalmente yermo, aunque conservaba su fama de lugar sano y saludable.

Desde su inauguración el hotel vivió toda clase de vicisitudes. En la Guerra Civil fue hospital de sangre y en la década de 1940 en adelante ha sido el escenario de todo tipo de anécdotas con personajes famosos, políticos y también actores. Aunque hay que señalar que, dentro del espectro de los artistas, los actores estaban vetados. Quizá en previsión de las excentricidades de algunos de ellos, el hotel se ha caracterizado por ser inflexible a lo largo de su historia no dejando alojarse, por ejemplo, a Michael Jackson o echar sin ningún remordimiento a Ava Gardner por excesos amatorios en sus habitaciones.