Abril sin Portugal

Vigo

Las fronteras con Portugal seguirán cerradas hasta el 30 de abril, fecha en la que el gobierno luso tiene previsto levantar su estado de alarma. Uno de los colectivos que más está sufriendo esta circunstancia son los padres y madres que viven en la ribera del Miño y tienen a sus hijos matriculados en centros escolares del país vecino.

Es el caso de Míriam Padín, una tomiñesa que tiene un pequeño de 2 años y una hija de 5 que estudian en Vila Nova de Cerveira. Con el cierre del Ponte de Amizade, el trayecto de su domicilio al colegio que antes duraba 7 minutos ahora ha aumentado hasta, como mínimo, los 45 al tener que cruzar el puente internacional que une Tui y Valença do Minho, que durante este viernes ha estado colapsado durante horas por la gran cantidad de vehículos que querían pasar a Portugal. Esta situación hace imposible conciliar la vida laboral y familiar, por lo que esta familia se ha visto obligada a que sus hijos no vayan a la escuela y se queden en casa con los abuelos. Así lo ha contado Míriam Padín en una entrevista en Hoy por Hoy Vigo y Baixo Miño.

Desde la AECT Río Minho, que agrupa a todos los concellos de la raia, han lamentado esta decisión que tachan de política y aseguran que pedirán a los Gobierno de España y Portugal compensaciones derivadas de los fondos Europeos. El vicedirector de este organismo, Uxío Benítez, subraya que la ciudadanía y personas trabajadoras del territorio miñoto están al límite tanto por cuestiones económicas como por cuestiones sociales y anímicas.