Sentadas las bases de la 1ª RFEF, nueva categoría en la que militará el Zamora CF
La conformarán dos grupos de 20 equipos, con cuatro ascensos y diez descensos por temporada

Luis Rubiales, presidente de la RFEF / RFEF

Zamora
En la mañana de este jueves ha tenido lugar en Las Rozas la reunión entre el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, y representantes de los equipos que conformarán la próxima temporada la Primera División RFEF, de nueva creación.
Estaban citados tanto los 30 clubs que ya han logrado su clasificación ( los seis mejores de cada grupo en la primera fase, entre los que está el Zamora CF) y los 32 que pelean por las 10 plazas restantes, que serán para los dos mejores de cada actual grupo intermedio de cada uno de los cinco grupos de Segunda B.
Tal y como ya se sabía, serán dos grupos de 20 equipos cada uno los que configuren la categoría. Ascenderán los campeones de grupo, y dos equipos más, procedentes de play-off entre los clasificados de segundo a quinto de cada grupo. Los descensos serán hasta diez, los cinco equipos peor clasificados de cada grupo, cuya composición definitiva no se conocerá hasta que se sepan los 40 equipos que la conformen, a decidir entre Norte-Sur, o bien Este-Oeste.
Por parte de la RFEF se ha dado a conocer unos requisitos que tendrán que cumplir los clubs (si bien en algún caso podría haber alguna temporada de moratoria): campos de un mínimo de 4.000 espectadores de aforo, césped natural, número mínimo de watios de iluminación (para permitir retransmisiones televisivas), reparto de derechos televisivos, o pago de una fianza para asegurar la solvencia económica de cada equipo.
En lo meramente deportivo, se piensa en 23 fichas, de las que habrá número obligatorio de sub-23 ( en principio, 8 fichas), y se estudia la posibilidad de un mínimo y un tope salarial, así como limitar, cara al futuro, el número de filiales en la categoría.