Ramón Arenas: "Yo ya he cobrado; a nadie más le pasará con esta gente lo que me pasó a mí"

Cinco años, un suspiro. El 13 de abril de 2016 Granada se despertó con decenas de agentes de la UDEF registrando y deteniendo, una redada sin precedentes que se saldó con 17 detenciones, entre ellos el entonces alcalde de Granada, José Torres Hurtado, y su concejala de Urbanismo, Isabel Nieto. Un escándalo que supuso el fin de una época, el ocaso abrupto de la vida política de Torres Hurtado, y también la descomposición del Partido Popular de Granada, que todavía sangra por aquella herida no suturada. La Operación Nazarí investiga una presunta trama criminal que implicaba a políticos, empresarios y técnicos de urbanismo. El modus operandi era sencillo: los políticos se saltaban la legalidad, la normativa vigente, y algunos técnicos de urbanismo hacían la vista gorda y buscaban la forma de respaldar cada acción que favorecía a determinados empresarios que después devolvían el favor de un modo u otro. Esto es lo que todavía, cinco años después, se siguen investigando. La Operación Nazarí, después de la investigación inicial que duró más de dos años, acabó ramificándose en ocho piezas separadas, y cada una avanza a una velocidad distinta en diferentes juzgados. En «Hora 25 Granada A Fondo», Ramón Arenas, el empresario personado en toda la Operación Nazarí, y por tanto en cada una de las ocho causas, ha rememorado la operación urbanística que originó la primera denuncia, la investigación posterior y la recordada intervención policial. Durante la entrevista, Arenas cuenta cómo el principio de todo: cómo compró una parcela frente al Palacio de Deportes, en la otra esquina frente a Casa Isla, y cómo luego el Ayuntamiento la ocupó parcialmente con el pabellón Mulhacén. Trató Arenas de buscar la mejor solución pero se sintió estafado, acorralado y acabó denunciando. Durante la entrevista, el empresario recuerda que aquel día de abril «descorché una botella de Moet Chandon» que compartió con algunos amigos. «Brindé por que en ese momento yo empezaba a cobrar», rememora Arenas, quien añade que «para mí las detenciones fue como una forma de hacer justicia, y aunque no cobre nada, aunque la justicia no me diera la razón, que la tengo, yo ya he cobrado porque a nadie más le volverá a pasar con esta gente lo que me pasó a mí. Para mí es más que suficiente pago», Arenas confiesa en la entrevista que está «arruinado», que gracias a la generosidad de sus hermanos ha podido volver a trabajar en Grupo Arenas «porque tengo todos mis bienes embargados», pero destaca que «en mi dignidad mando yo; y mi lucha fue por los valores que me inculcaron mis padres, y porque mis hijas y mis nietos nunca puedan decir que el abuelo no luchó por lo que le quitaron». Escucha aquí la entrevista: