Sociedad

La Santa Inquisición en la Ribera del Duero

Descubrimos con el historiador Fernando Sánchez cómo era esta institución en esta zona, qué castigos empleaba y qué curiosidades ha dejado para la posterioridad

Ilustración de Capuz sobre el tribunal de la Inquisición / RACAL

RIBERA DEL DUERO

Reconocida la vinculación del Cardenal Cisneros con la Ribera del Duero -aunque eso da para otro programa a parte-, este martes en nuestro tiempo de radio y con el apoyo del historiador burgalés Fernando Sánchez, nos hemos querido centrar en la Inquisición. Una poderosa institución que perduró -aunque con sobresaltos- hasta el siglo XVIII, y que tuvo evidentemente presencia en nuestra zona. Hoy hemos tratado de conocer las consecuencias e influencia de ésta.

"Es la ejecución física del poder. Hasta ese momento los Reyes Católicos y los diferentes reyes ejercen el poder en esa zona, pero solicitan su creación y se lleva a cabo. Cada obispado creaba la suya. Y en su momento la Diócesis a la que pertenecía Aranda era el Burgo de Osma, aunque Aranda fuera la cabecera de la zona. Los casos que se dan en la provincia son casos de falta a la norma católica o de buen cristiano. Hay muchas denuncias. Primero a la gente se la somete a un régimen casi de terror. Imaginemos los pueblos del siglo XIV y XV, la vida a los judíos que residían en ellos se les hacía imposible. Es el caso de la judería de Aranda. Llega a tal punto que muchos deciden pasarse al cristianismo, recibiendo la denominación de marranos o nuevos cristianos", explica Sánchez, que cuenta que "la vida de cristiano por muchas razones no se mantenía fan fiel como se decía y eso era motivo de denuncia, porque se denunciaba a la gente por las cuestiones más simples".

"La Santa Inquisición primero predicaba. Echaban un sermón diciendo lo que había y no que hacer. La mayoría de las penas si las reconocías eras absuelto, pero desde que lo escuchabas si sabías de alguien tenías que decirlo, y si no era cuando eras penado. Se dieron hechos realmente surrealistas, en Quintana del Pidio por ejemplo se la acusaba a una mujer de que en 15 años no había ido a misa. Había un inquisidor, notarios, letrados... Y un abogado defensor, pero que también era de la Inquisición. Y luego estaban los llamados familiares, una policía política que estaban en todos los pueblos para que fueran las viejas del visillo", relata el historiador.

Pero, ¿cómo eran los castigos y en qué medida se aplicaban? "En los autos se muestra cómo en la Ribera solo hubo dos casos de dos mujeres que fueron quemadas en Allendeduero y los demás eran casos menores. Luego en Coruña del Conde en la iglesia hay símbolos de algunos San Benitos que se imponían a la gente y las lobas, que era como un insulto. Las penas eran diversas, iban desde la absolución, la suspensión que era cuando no se podía demostrar en el mismo el pecado por falta de pruebas, la reconciliación que era cuando al hereje se le devolvía a la iglesia después de haber reconocido su falta... Al final se buscaba que reconocieras que lo habías hecho mal. Y se te ponía una penitencia, había física o económica. Y luego estaba la relajación, que bendita palabra... Que era cuando se entregaba al reo a la Justicia Civil, que ejecutaba la sentencia y normalmente era pena de muerte. Incluso en las que se incluía la hoguera se les daba garrote y se les quemaba muertos ya", especifica.

En cualquier caso, parece ser que en la zona ribereña se juzgaba a mucha gente que venía de Soria (la diócesis era de Osma), y tiene que ver normalmente con judíos, pero los castigos no fueron realmente fuertes.

La Santa Inquisición en la Ribera del Duero

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