La excelencia se instala en el Mourís
Campeones de Segunda y clasificados para el play off de ascenso a Primera, el Noia sigue con sus temporada para enmarcar
Los jugadores del Noia celebran el éxito del campeonato en la pista del Agustín Mourís / Pichero
Santiago de Compostela
El Noia Portus Apostoli certificó matemáticamente su condición de mejor equipo de la fase regular de la categoría de plata con un triunfo de nunca desistir ante el Manzanares FS. Triunfo trabajado, como no podía ser de otro modo, pero triunfo merecido y que suma otro hito a una temporada que sigue subiendo el nivel de excelencia alcanzando por el equipo noiés, que aún no ha tocado techo y ojalá lo haga en el play-off de ascenso que diputará el próximo mes de mayo.
La jugada que abrió el marcador, aún en el minuto dos de juego fue trenzada y elaborada. Primero, Rangel se hizo enorme en la defensa en primera línea, y sirvió el cuero a Antonio Diz para que, de forma sutil, superara a Dani Juárez. Primera explosión de alegría de la hinchada local.
Sin embargo, el Manzanares no quiso ser convidado de piedra en la fiesta del Mourís. Daniel y Antoñito mandaron dos avisos al palo, antes de que Lázaro marcase el 1-1.
La igualdad y las alternativas entre ambos equipos definió el resto de la primera mitad, que acabó con las tablas mencionadas luego de los dos tempraneros goles.
En el primer minuto de la reanudación pasó de todo, y nada bueno para el Portus Apostoli. Tras probar Antonio Diz la madera con su disparo, Daniel ajustició en el contragolpe, superando la posición de Domingo para adelantar a los de Juanlu Alonso. 1-2, y a sufrir. Pasó a partir de ahí sus peores momentos el conjunto local, siendo exigido en defensa. Supo aguantar y encontrar su oportunidad en el partido, con el aliento de una afición inagotable que fue el sexto jugador, como siempre en Noia, y aportó un punto más de intensidad a sus jugadores.
El premio a la insistencia llegó en el 32’, con Pope llevando a las mallas una entrega de Pirata en una jugada con origen en un saque de banda. Fue el inicio de lo que sería un minuto de locura y pasión en el Agustín Mourís, que se completó con el gol de Rivera. El alfarero encontró el hueco necesario para conseguir el 3-2, y en el proceso llevar a toda una afición a la alegría máxima.
Viendo que su conjunto no lograba reponerse del todo al tercer gol local, Juanlu Alonso apuntó al partido al portero-jugador, con Jorge Lázaro en esas funciones. Pero no hubo más movimiento en el marcador, y tras el pitido final escuchó el “We are the champions” y se dio un paseo triunfal por la pista de un Agustín Mourís entregado a los suyos.
