Casi 900 opositores de la OPE de Osakidetza no han ocupado su plaza tres años después

Vitoria

La polémica OPE de Osakidetza sigue coleando y no solo por las trece especialidades médicas que esperan todavía el veredicto de los tribunales. Tres años después, unos 900 aspirantes de los 3.080 que sacaron plaza, casi uno de cada tres, siguen esperando para ocupar su nuevo destino. El escándalo por la filtración de exámenes y la pandemia han hecho eterno un proceso que Osakidetza quiere culminar "esta misma primavera a más tardar".

Entre quienes esperan pacientes ese momento está Mikel Arroyo, un ginecólogo que confía en resolver su futuro en los próximos días, después de una larga espera que "no es buena para nadie".

"Si tu jefe sabe que ya no vas a formar parte del equipo, se van cerrando vínculos y ya no eres apto para sus proyectos de futuro, porque te vas a ir" asegura este médico que hace tres años opositó y sacó una de las 3.355 plazas de las 82 especialidades en liza.

Descontando las que están judicializadas y las que han quedado vacantes, Osakidetza ha adjudicado ya el 85% de las 3.080 plazas restantes, aunque entre las cubiertas el porcentaje baja hasta el 71%.

En el Sindicato Médico de Euskadi confían en que esta disfunción se corrija en los siguientes concursos. "Es necesario que se hagan OPEs por categorías, de forma que se puedan acortar los plazos porque tenemos que se competentes en ese sentido y eso obliga a que las oposiciones sean lo más ágiles posibles" demanda su presidente, Juan Carlos Blázquez. 

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Osakidetza sigue negociando con los sindicatos las cifras de la nueva OPE, aunque la previsión es que en junio se ponga fecha a las pruebas que asignarán unas 300 plazas de médico de familia.

Para entonces, Mikel estará a otra cosa: "Ya he elegido destino y espero que a la mayor brevedad me digan dónde me voy a mover. Me gustaría que se cerrara el ciclo cuanto antes para empezar a estrechar lazos con el nuevo hospital que siempre da mucho pánico".