"Llevo cinco años con uno eléctrico y nunca me ha dejado tirado"
Nos hemos subido a un coche para probarlo y hablamos con algunos propietarios que se han olvidado ya de las gasolineras
Reportaje coches eléctricos
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Palma
Silencio. Es lo primero que uno percibe al subirse a un coche eléctrico. A pesar de sus numerosas ventajas el parque automovilístico en las Islas sigue siendo anecdótico, menos del 1 por ciento del total de vehículos funcionan completamente a batería. Las ventas van en aumento mes a mes. En lo que llevamos de año se han matriculado 237 de automóviles eléctricos frente a los 1.339 con motores de combustión. Nos hemos subido a un coche para probarlo y hablamos con algunos propietarios que se han olvidado ya de las gasolineras.
Bernat Brunet vive en Sant Llorenç. Hace cinco años se compró una furgoneta eléctrica y asegura que desde entonces nunca le ha dejado tirada.
Bernat y Xavier junto a un coche eléctrico. / Cadena SER
Bernat y Xavier junto a un coche eléctrico. / Cadena SER
Entre los pocos inconvenientes destaca la falta de mantenimiento de los casi medio millar de puntos de recarga públicos en las Islas. Los usuarios se quejan de que la administración solo se hace la foto en el día de la inauguración, pero no destina los recursos suficientes para sus correctas reparaciones. Otra de las quejas también comunes es por la falta de civismo de algunos conductores, que aparcan en zonas reservadas e impiden recargar otros vehículos eléctricos.
Quizás muchos propietarios que tengan vehículo un diésel o de gasolina se planteen sustituirlo en un futuro por uno eléctrico. Sin embargo, para dar el paso hay que hacer números. La gran inversión inicial, por la batería, se acaba amortizando con un menor coste por kilómetro. Una carga completa cuesta tres veces menos si se compara con uno de combustión. Además, del escaso mantenimiento hay que sumarle otros incentivos como las ayudas de hasta 5.500 euros para la compra, el poder estacionar de forma gratuita en zona azul y una bonificación del 75 por ciento del impuesto de vehículos.
Punto de recarga Endesa / Cadena SER
Punto de recarga Endesa / Cadena SER
Xavier Morlà, es delegado de la Asociación de usuarios de vehículos eléctricos en Balears, que cuentan con casi 200 inscritos. Son conductores que utilizan a diario este tipo de coches y admite que no conoce a ninguno que haya querido volver al motor de combustión.
Un coche eléctrico acaba siendo como nuestro móvil. Hay que cargarlo de noche para que la batería nos pueda durar todo el día. Si nos olvidamos o no tenemos un aparcamiento propio con un punto de carga siempre se pueden utilizar la red Melib del Govern o en la gran mayoría de aparcamientos públicos. Por el momento su recarga es gratuita para incentivar su uso.
Motor de un coche eléctrico. / Cadena SER
Motor de un coche eléctrico. / Cadena SER
La falta de autonomía, la poca potencia o la escasa vida útil de la batería son carencias que ya están más que superadas. Se puede circular durante más de 200 kilómetros, o incluso muchos más, con una sola carga, la aceleración iguala y supera a los motores de combustión, y la batería tiene una vida útil de más de una década.
Son vehículos bastante más simples y cómodos. De las marchas hay que olvidarse. El funcionamiento es como el de un talado o de una batidora. De cero a cien podemos circular solo pisando el pedal.
La frenada también es algo diferente. En la gran mayoría de modelos se puede acabar conduciendo con solo acelerando y soltando el pedal gracias a la frenada regenerativa. Algo así como el freno a motor pero con más resistencia.
Morlà cree que el alquiler por horas o 'carsharing' de coches eléctricos irá en aumento. Una opción válida para quienes no puedan comprarse un coche eléctrico. Sin embargo, según él tenemos que cambiar nuestra forma de pensar.
