¿Para qué podría querer el ayuntamiento de Cebolla una ruina gigantesca?

Toledo

Que un particular inste a las administraciones a expropiar las ruinas de un castillo fue una sorpresa para el ayuntamiento de Cebolla. A lo mejor no tanto para las Cortes de Castilla-La Mancha que reunieron a la Comisión de Peticiones y Participación Ciudadana  y dieron  trámite a la solicitud de Juan Jose Archilla, un ciudadano malagueño escultor y artista plástico que tiene antecedentes en esta curiosidad por el patrimonio histórico. Pero ¿para qué quiere el ayuntamiento de un pueblo de 3000 habitantes una ruina gigantesca?.

 El castillo de Villalba, en Cebolla (Toledo), se ha venido usando -como tantos otros monumentos a lo largo de toda la geografía española- de cantera. Prácticamente todas las torres conservadas han sufrido el expolio de los ladrillos situados en las esquinas inferiores de las mismas, lo que ha ocasionado una importante erosión en sus bases. La situación se ve agravada en la torre aparentemente mejor conservada, la suroeste, pues presenta una grieta en su unión con el muro del castillo. El interior del castillo está completamente destruido. Por estos y otros motivos el monumento forma parte de la lista roja...

Cuenta la alcaldesa del municipio que recientemente contactó con la propiedad, del que es el monumento más antiguo de este pueblo, actualmente la heredera del Marqués de Griñón, para que autorizara unas actividades en el recinto al cumplirse el VI Centenario de la parada que realizó el monarca Juan II de Castilla refugiado allí camino de Talavera, cuando fue prácticamente secuestrado por el infante Enrique de Aragón. Se limpió la zona de restos de basuras, que no perdonan, y se utilizó la explanada para pasear porque son espectaculares las vistas desde allí... "una zona de monte muy bonita".

Con anterioridad fracasaron otros contactos que aspiraban a un acuerdo para realizar obras de consolidación. Los muros que perimetran  lo que un día fue un castillo y hoy es un solar, están necesitados de un repaso. Pero expropiar, lo que se dice expropiar, le queda grande a un ayuntamiento modesto. Dice su alcaldesa, que rememora con entusiasmo la historia de este castillo, que "no puede ser el consistorio responsable del último destino de este legado histórico".

Silvia García, la edil, en conversación con este medio, afirma haber intentado contactar con la propiedad aspirando a un acuerdo de colaboración que permitiera por ejemplo un campo de excavación arqueológica:  "Allí se han encontrado mucha monedas romanas, podría ser interesante"...

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Escucha aquí a Victor Antona, de la Asociación Hispania Nostra, sobre el estado en el que se encuentra esta edificación y las posibilidades de actuar sobre ella. 

La consejería de Cultura, para la que sin duda ha sido también una sorpresa esta llamada de atención sobre la ruina , dice estar "realizando un informe y a continuación que se tiene que estudiar".

La propiedad del castillo, que pronto hará un año que entró en la lista roja del patrimonio en peligro, ha pasado de unos condes a otros, también duques y marqueses: Condes de Fuensalida, Condes de Oropesa, Duques de Frías, Conde de Deitosa...