El Logroñés de la frustración
Iñaki, con dos goles, logra una victoria que atajó a tiempo la Ponferradina con el acierto de Kaxe y la decisión de Moreno Aragón
Nano Mesa observa cómo entra en la portería el segundo tanto de Iñaki. / LaLiga
Logroño
El Logroñés lo hizo casi todo bien para haberse llevado por fin los tres puntos después de llevar sin ganar desde el pasado 2 de enero. Hizo lo complicado para un equipo que pelea por la permanencia: adelantarse en el marcador fuera de casa; y lo que parecía imposible: volver a marcar para poner una distancia de dos goles en el marcador. Y solo le quedó hacer lo que parece a día de hoy inalcanzable: ganar un partido de fútbol en Segunda porque cuando no es un acierto del rival o un error en defensa, es una decisión del VAR que sitúa al contrario en el punto de penalti para que Yuri ponga el 2-2, en unos minutos finales de auténtica locura. Porque en un cuarto de hora la Ponferradina puso, primero, el 1-2, en un nuevo error defensivo (Unai Medina), cuando el equipo debía resistir cinco minutos más para haber secado a la Ponferradina, que vio la orilla tras ese disparo certero de Kaxe desde la frontal. y después hizo el segundo en ese penalti por manos de Gorka en un balón disputado con Castellano.
La Ponferradina creyó y el Logroñés, como buen equipo en problemas, se deshizo en parte para dejar al equipo del Bierzo creer al menos en el empate, que llegó. Y se dibujó con un garabato del colegiado Moreno Aragón. Pitó penalti por mano de Gorka defendiendo la posición sobre Castellano. El balón cae a plomo el antebrazo del central, que ocupa un espacio natural en esto del fútbol. No duda, señala el punto de penalti, y Yuri hace el gol del empate. Y del dibujo a la caricatura todo es ponerse. Porque el Logroñés pudo perder de haber cambiado su cesión Moreno Aragón en la siguiente jugada. Alex Pérez disputa un balón a Yuri, llega tarde, contacta con su puntura sobre el lateral de la bota de Yuri, que cae desplomado. El colegiado dice que no hay nada. El VAR le invita que lo revise en el monitor. "En estos casos se suele producir un cambio de opinión. Pensaba que iba a pitar penalti. Me corrió un escalofrío", ha comentado en sala de prensa Sergio Rodríguez. Pero Moreno Aragón no cambió de opinión, y dio puerta para el Logroñés, que debió ganar el partido.
Por lo hecho durante 75 minutos con esos dos goles de Iñaki, y por lo que hizo en el descuento, cuando tuvo dos oportunidades más para haber sumado el tercero. Bobadilla tuvo un remate de cabeza que sacó Caro, y Rubén Martínez, de volea debió hacer el gol que tanto necesita y que no llega, porque esta vez Caro voló al larguero para evitarlo.
En el mejor partido de esta segunda vuelta, el Logroñés no gana... así se escribe el sufrimiento.
