De la desamortización del siglo XIX a la era de Internet: la historia de la Fermín Caballero

Cuenca

La historia de la biblioteca pública del Estado Fermín Caballero de Cuenca tiene una fecha de origen, el año 1846, pero “realmente todo se gesta antes”, según ha explicado en una entrevista en Hoy por Hoy Cuenca, la actual directora Lola García Hinajeros, que añade que “la idea de la necesidad de disponer de bibliotecas y que la cultura sea accesible a la mayor cantidad de personas viene de la Ilustración”.

“Hasta entrado el siglo XIX, las bibliotecas habían permanecido en manos privadas, en los monasterios o en instituciones como universidades o círculos culturales y sociedades económicas, pero siempre con un uso restringido. La Ilustración marca un germen y, con la llegada al poder de los Liberales en 1835 y las leyes de desamortización de Mendizábal es cuando se da el momento propicio para el establecimiento de las bibliotecas públicas provinciales”, explica García Hinarejos.

Con el paso de los bienes de los conventos al Estado español, los gobiernos del momento legislan para su aprovechamiento por los ciudadanos. En el origen de la biblioteca de Cuenca está el Instituto de Segunda Enseñanza creado en 1844 “pero el lugar dónde ubicar los libros procedentes de los conventos desamortizados es un periplo, van de sitio en sitio y, durante ese periodo, tras recogerse 10.000 libros en un inicio, se fueron perdiendo buena parte de ellos”, apunta la actual directora de la biblioteca pública.

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El edificio Palafox fue una primera sede tanto del instituto como de la biblioteca. “Tenemos libros en nuestro archivo que tienen los dos sellos, es decir, era la misma biblioteca”, apunta García Hinajeros, que destaca también el papel de la Diputación en estos años, una institución de reciente creación, “y que el jefe político que disponía de las llaves de los conventos”.

El siguiente paso fue la creación del cuerpo facultativo de bibliotecarios para tratar y abordar los bienes bibliográficos y artísticos que se venían registrando desde la desamortización. “Un cambio muy importante se produce en la II República con el plan de bibliotecas de María Moliner y las Misiones Pedagógicas que tenían esa idea renovadora de que la cultura llegue al pueblo”, explica esta bibliotecaria. “A partir de 1937 se hizo una gran inversión por parte del Estado para reorganizar las bibliotecas públicas provinciales”.

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La biblioteca de Cuenca, como casa de la cultura y con edificio propio, se crea en 1957 “pero debe albergar también el Archivo Histórico Provincial, con el que tenemos una historia común”. En 1965 se inaugura el actual edificio de la glorieta González Palencia (entonces calle Hervás y Panduro) diseñado por el arquitecto Miguel Fisac y que destaca por el voladizo sobre la puerta principal que se inspira en las Casas Colgadas. “El edificio se planificó ya desde su origen como casa de la cultura con un salón de actos muy estimable que fue el foco cultural de la ciudad durante los sesenta y setenta, años en los que se gestaron multitud de actividades culturales”, explica García Hinarejos.

La biblioteca tiene actualmente un fondo documental de 216.811 y más de 27.800 usuarios inscritos. De cara a celebrar este 175 aniversario, sus responsables trabajan ya en la planificación de distintas actividades que desarrollarán en la segunda mitad de este año. De momento, para abril, el mes de libro, ya han programado un encuentro con el escritor Gonzalo Giner sobre su libro La bruma verde para el día 22.