El teletrabajo: del pitillo y el café

Jerez de la Frontera

El 11 de febrero de 2020 la prensa española publicó el siguiente titular: La Audiencia Nacional avala descontar el café y el cigarrillo de la jornada laboral. Las empresas acudían a la Justicia y ésta les daba la razón para que restaran del horario efectivo de trabajo los minutos de un pitillo.

El 11 de febrero de 2020, no se hablaba aún de Coronavirus. Era algo que ocurría en China y en China creímos que se iba a quedar. Un mes después de ese titular que yo guardé en un cajón, se decretó la alerta mundial; comenzó el confinamiento nacional; y a cientos de miles de trabajadores los mandaron a casa, muchos se fueron sin empleo y otros tantos a teletrabajar.

En este tiempo de pandemia, en un buen puñado de sectores se ha esfumado el límite horario de la jornada laboral y en aquellas actividades en las que ya de por sí era difícil acotar la peonada, la pérdida de control de los empleados sobre su jornada es absoluta.

No hay límites en los whatsapps, en las reuniones en remoto, en los correos electrónicos y está mal visto que un subordinado no responda con celeridad a un mensaje a cualquier hora del día o cualquier día de la semana.

Me pregunto dónde habrá quedado ese titular del cigarrillo y el café. Quizá ha dejado de interesar descontar el pitillo no vaya a ser que al currito se le ocurra ajustar bien toda la cuenta.