0-2. La Peña Deportiva condenada a jugar la fase por la permanencia

Santa Eulalia del Río

La Peña Deportiva tendrá que jugar la fase por la permanencia con los cuatro últimos clasificados del grupo catalán de Segunda B. Todo el buen trabajo del tramo final del conjunto peñista en la segunda vuelta se ha difuminado en la jornada decisiva. Los de Santa Eulària han caído en casa ante el Atzeneta en un partido desastroso del equipo de la Villa del Río, sin ideas, sin juego e impotentes ante un rival que tuvo la fortuna de cara tras el pitido inicial y supo rentabilizarlo. En el choque más trascendental hasta ahora se ha visto la peor versión del conjunto peñista.

Le temía el entrenador Raúl Casañ al hecho de jugárselo todo a cara o cruz en 90 minutos y no se equivocaba, porque su equipo jugó rematadamente mal. Y es que el choque empezó con un jarro de agua fría. No se había jugado el primer minuto cuando los visitantes se adelantaron en el marcador. Un saque de banda favorable al Atzeneta lo hizo efectivo Carles mandando el balón a la olla y después de un primer toque de cabeza la pelota llegó a Alex Chico de espaldas a la portería, pero el delantero se sacó un remate espectacular de chilena y mandó el balón a la red. Un golazo y el inicio de la peor pesadilla.

Un mazazo que acusó la Peña que fue incapaz de reaccionar. Los hombres de Casañ eran un manojo de nervios, con imprecisiones constantes en las entregas y sin poder controlar el juego ante un Atzeneta mejor plantado. En otra jugada de estrategia, un lanzamiento de falta, Alex Chico volvió a marcar con un cabezazo limpio pero el gol fue anulado, porque el delantero del Atzeneta estaba en posición de fuera juego.

No había manera de que la Peña llegara a las inmediaciones del área rival y el conjunto entrenador por David Albelda manejaba el choque a su antojo, con una presión alta obligaba a los locales a jugar a base de pelotazos, sin circulación alguna en el medio campo, sin encontrar la forma de generar peligro y sin que entraran en juego los futbolistas más desequilibrantes en ataque. No aparecía la velocidad de Fran Núñez, ni el desborde de Colau. Tampoco entraba en acción Loren y Barca era una isla sin ningún balón que perseguir. Los centrocampistas locales corrían detrás de la pelota, pero no eran capaces de generar fútbol.

Cada acción a balón parado era un tormento en el área peñista y los minutos pasaban sin que cambiara el guión del partido. Pero, en una acción aislada, en la recta final del primer tiempo, pudo empatar el equipo de Santa Eulària en un centro lateral de Andrada y el balón le quedó franco a Cruz que con toda portería para él mandó el balón al lateral de la red. No era el día de la Peña. Se llegó al descanso con ventaja visitante y con demasiadas cosas por corregir.

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Pero el guión apenas varió en el segundo tiempo, la Peña seguía con su ejercicio de impotencia a la hora de crear acciones de peligro. Casañ movió el banquillo dando entrada a Antonio López buscando más opciones en el juego aéreo, pero tampoco en los balones a la olla se encontraron soluciones. El Atzeneta con el marcador a su favor no sufría y veía cerca su objetivo de ganar en Santa Eulària. Los minutos se fueron consumiendo esperando buenas noticias de otros campos, porque no daba la sensación de que se pudiera remontar en Santa Eulària. Ni una sola ocasión clara de gol, ni una sola acción para probar al portero del Atzeneta.

Ni siquiera en los compases finales a base de orgullo y raza se pudo lograr la igualada y lo que llegó fue la sentencia en una gran maniobra de Javi García que remató con clase con la pierna izquierda lejos del alcance de Seral.

Derrota dolorosa y la Peña afronta ahora un segundo tramo de la competición muy duro en el que luchará por no perder la categoría.