Se cumple un año de las primeras muertes por Covid-19 en Córdoba

Córdoba

Hace un año, el 20 de marzo de 2020, la provincia se conmocionaba al conocer las primeras muertes oficiales a consecuencia de la pandemia y dejaba a dos municipios de luto: Belmez y Montemayor.

La primer víctima mortal fue Antonio Murillo, de 87 años y minero de profesión. Natural de Belmez, murió en torno a las 07:00 horas en el Hospital de Alta Resolución (CHARE) Valle del Guadiato, de Peñarroya-Pueblonuevo. Su familia no pudo despedirse de él, como pasaría con tantas víctimas del coronavirus hasta hoy.

Horas después falleció en el hospital Reina Sofía de Córdoba José Jiménez, vecino de Montemayor de 73 años. Albañil ya jubilado, contrajo el virus en un viaje del Imserso a Benidorm. También su esposa y un matrimonio amigo resultaron contagiados. Desgraciadamente José, que ingresó con neumonía en el centro hospitalario cordobés, no logró superar la enfermedad. La noticia conmocionó a todo el municipio, ya que era un vecino muy querido. Como en el caso de Antonio, no hubo despedida para él. Fallecieron en situación de aislamiento. Tras sus muertes, fueron incinerados. Eran momentos dramáticos para familia y amigos.

Francisco Murillo, hijo de la primera víctima mortal, cuenta a Radio Córdoba cómo tras días con síntomas y una última llamada al 061, su padre, Antonio, y su madre, Carolina Polonio, fueron trasladados al hospital de Peñarroya-Pueblonuevo. Ingresaron un 15 de marzo y ella, que se encontraba más grave, fue trasladada al hospital Valle de los Pedroches de Pozoblanco. Ambos habían dado positivo en coronavirus. No obstante, fue Antonio quien falleció días después. El 20 de marzo de 2020.

 "Se te queda la cosa de no haberte podido despedir. De no fiarte demasiado, y a lo mejor digo una barbaridad, de los tratamientos. En esos momentos era el principio y creo que ni los médicos mismos sabían cómo se trataba el problema. Me queda la duda de si sufrió, si no sufrió...Todas esas dudas", recuerda Francisco. Su padre no tenía problemas de salud cuando contrajo el virus.

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Su madre, finalmente, se recuperó y en abril volvió a Belmez entre los aplausos de sus vecinos. Aunque meses más tarde murió por las secuelas del virus, en el hospital Reina Sofía, de un derrame cerebral. Francisco da las gracias a los sanitarios porque su hermano y él pudieron acompañarla y despedirse de ella. Murió el 4 de julio de 2020.

Francisco Murillo también perdió a su suegra, que murió de neumonía en Pozoblanco. Su esposa y él nunca supieron si los casos tuvieron relación. Tampoco cómo se contagiaron Antonio y Carolina. En el funeral de su madre, pudieron despedirlos juntos y las cenizas de Antonio se depositaron junto a Carolina. Por lo que el funeral, que por entonces podía celebrarse, sirvió de despedida para ambos.

En la provincia de Córdoba, desde entonces, han fallecido 903 personas de coronavirus. Una cifra que no ha dejado de subir desde marzo de 2020.