La inyección de la felicidad

Alcázar de San Juan

Los residentes de los centros de mayores ya empiezan a salir de las residencias para pasar algunos días junto a sus familiares. Es el caso de Leonor, tiene 86 años y Alzheimer y vive en la residencia Virgen de Peñarroya de Argamasilla de Alba, un centro, que por cierto, lleva desde abril de 2020 sin casos de covid. 

Antonia estuvo sin ver a su madre, Leonor, seis meses. Un tiempo que se le hizo muy cuesta arriba y en el que el miedo y la incertidumbre la acompañaban. "Yo estaba muy unida a mi madre y los meses que estuve sin tenerla cerca lo pasé muy mal, son sentimientos encontrados", explicaba. 

De eso hace ya un año, ahora su madre ya está vacunada al igual que el resto de residentes y trabajadores de la Residencia Virgen de Peñarrooya de Argamasilla de Alba y desde hace semanas Antonia va a verla. "Ella no me reconoce pero yo a ella sí y verla me es suficiente, me llena de alegría", decía emocionada.

Unas visitas que como explicaba su director, Jesús Díaz Cano Rey, cumplen un protocolo muy riguroso. Primero los familiares tienen que pedir cita previa, después algún profesional del centro sale a recibirles y les toman la temperatura y les desinfectan los zapatos. Una vez pasado este proceso pasan a las instalaciones destinadas a las visitas donde se encuentra el residente separado por una mesa con una distancia de un metro y medio.

Estas visitas tal y como explicaba el director del centro están devolviendo la vida a los residentes, "muchos de ellos empezaban a estar deprimidos, y desde que empezaron a recibir visitas de sus seres queridos han recibido una inyección de vitalidad", señalaba.

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Un centro libre de covid desde abril de 2020

Esta residencia de mayores situada en el centro de Argamasilla de Alba y dependiente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha lleva libre de covid desde abril de 2020, ya casi un año. Algo que por desgracia no ha sido muy común.

Como señalaba Díaz Cano Rey han tenido algún falso positivo durante este tiempo, pero por suerte se ha quedado en eso. A pesar de ello, el centro al igual que todos ha estado cerrado tal y como exigía el protocolo.

Decía que desde que los residentes reciben visitas están mucho más animados porque para ellos es recibir una inyección de vida. Ahora solo esperan que empiece la cuenta atrás para que esas visitas incluyan lo más importante: los abrazos.

Pueden escuchar el reportaje al completo aquí: