Los vendedores ambulantes piden que la restricción sea por aforo, y no por puestos

Talavera de la Reina

Los vendedores ambulantes han recibido de manera positiva el aumento de puestos de un 30 a un 50%. Sin embargo, les sigue pareciendo insuficiente, ya que la otra mitad de los profesionales de un mercadillo tiene que quedarse en sus casas sin poder trabajar.

Y es que el sector no entiende por qué las restricciones se centran sobre el número de puestos y no sobre el público visitante. Jaime Martín es un vendedor de frutas en el mercadillo de Alcaudete de la Jara y lo explica con un símil: "En un supermercado no han puesto un 30% de estanterías. Han establecido un 30% de personas", ha comparado.

Los profesionales de la venta ambulante se reivindican como una actividad esencial. Aseguran que esto radica en el reducido número de comercios en pueblos de pocos habitantes. En muchos de ellos no hay tiendas de ropa u otros productos, y estos mercadillos itinerantes se lo ponen al alcance de sus manos evitándoles el desplazamiento. "Obligas a la gente a desplazarse a Talavera de la Reina a comprar ropa o calzado, haciendo que se mezcle con gente de allí y expandiendo más el virus", asevera el tendero.

Desde que comenzara la pandemia, los mercaderes han experimentado vaivenes de todo tipo. Esto incluye las diferencias de restricciones entre un pueblo y otro, viéndose obligados a actuar de una manera diferente cada día.