Los autores riojanos quieren encontrarse (de nuevo) con sus lectores

Logroño

Al contrario que en la obra de Ibsen, Seis personajes en busca de autor, la pandemia ha obligado a los escritores riojanos a salir en busca de su público lector. El final de las drásticas restricciones que se han aplicado en La Rioja en el último mes, del 22 de enero al 23 de febrero, con el cierre de la cultura a cal y canto (actividad declaraca no esencial en este periodo), ha propiciado que el lenvantamiento de estas mismas medidas haya desencadenado una intensa actividad para recuperar el tiempo perdido.

Los autores necesitan, como el comer, volver a sentir el calor de sus lectores. "Queremos devolver la complicidad que necesitan los autores riojanos con sus lectores". En estos términos avanza el director de la Biblioteca de La Rioja, Josu Rodríguez, el proyecto en el que trabajan, con la colaboración de la red de bibliotecas municipales, para fomentar la lectura y presentación de obras de autores y editoriales locales.

Un proyecto que se encuentra en su fase inicial, pero que sigue dando pequeños pasos hacia adelante. La Biblioteca de La Rioja no está sola en esta iniciativa. En ella también están implicadas de forma activa las "catedrales de la lectura" ubicadas en una veintena de localidades riojanas: Albelda de Iregua, Alberite, Aldeanueva de Ebro, Alfaro, Arnedo, Autol, Baños de Río Tobía, Cervera del Río Alhama, Ezcaray, Fuenmayor, Haro, Logroño (Biblioteca Rafael Azcona), Murillo de Río Leza, Nájera, Navarrete, Pradejón, Quel, Rincón de Soto, Santo Domingo de La Calzada y  Villamediana de Iregua.

Además, también participan las Bibliotecas de Cilengua, en el Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla, así como las de la Casa de las Ciencias y el Instituto de Estudios Riojanos, en ambos casos, en Logroño.