Marta Rivera: "Prefiero que mi padre esté en el concierto de Raphael que en casa con amigos sin mascarilla"

Madrid

"La cultura es segura. Yo recomendaría al Gobierno que animara a ir a los espectáculos", afirmaba el presidente de la Asociación de Productores y Teatros de Madrid, Jesús Cimarro, en una nueva edición de 'Madrid Futura'. Cimarro iba incluso más allá porque, aunque con cierto tono de broma, defendía que así habrá menos fiestas ilegales -"ya llegarían cansados a casa.-" En el foro de debate de radio Madrid hemos analizado este miércoles la situación de todo el sector cultural de la región con un diagnóstico común por parte de Administración y empresarios, que los eventos culturales son seguros. "Prefiero que mi padre esté en el concierto de Raphael en el WiZink que en casa con cuatro amigos sin mascarilla y sin distancia de seguridad", ha expuesto gráficamente la consejera de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, también invitada al debate.

Un año para la resistencia

"Sabemos que 2021 no va a ser el año de la recuperación, pero esperamos que sea el año de la resistencia", ha afirmado Paco López, presidente de Asociación de Representantes y Técnicos de Espectáculos (ARTE). En la mesa de Radio Madrid se han sentado voces para representar buena parte del arco cultural de la comunidad:  teatro, cine y música. López ha incidido en la importancia de ayudar a las estructuras de la industria cultural a sobrevivir para poder afrontar la verdadera recuperación en el año 2022, cuando los procesos de vacunación hayan avanzado y sea posible organizar eventos con un mayor grado de certidumbre.

"Ha sido un reto reconvertir los presupuestos para hacerlos rentables con 500 espectadores", ha explicado López. La transformación obligada ha hecho de los teatros salas de conciertos "con todas las medidas de seguridad", ha señalado por su parte Jesús Cimarro.

Los cines, en plena batalla abierta con las plataformas de vídeo bajo demanda, también se enfrentan a los nuevos retos derivados de la pandemia. El cierre forzoso por la ley primero y las restricciones impuestas después han condicionado su actividad en el último año, como ha contado el presidente de la Federación Empresarios de Cine (FECE) Juan Ramón Gómez Fabra. En su caso, el mismo producto que venden ha escaseado porque "algunas películas españolas han estado hibernando" a la espera de una mejor situación y la industria hollywoodiense ha parado su maquinaria.

Los números, la presión y la seguridad

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"Hemos perdido cerca de un 70% de la recaudación, 700 millones en las salas de cine, y unas pérdidas reales de cerca de 160 millones", ha dicho Gómez Fabra acerca de la precariedad económica del sector. Los empresarios culturales celebran, en todo caso, la decisión de mantener abiertos los espacios. Es un acierto, haberlo permitido "con la reducción de aforo. Han sido unos meses complicados, pero eso ha retraído al público para no venir de una forma masiva", ha incidido Cimarro.

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En el debate se ha abierto de nuevo la disyuntiva entre la necesidad de seguir funcionando para evitar un colapso total y los riesgos sanitarios. Todos reivindican las escrupulosas condiciones en que se celebran los conciertos, representaciones teatrales o proyecciones en salas. "Somos todos tan conscientes de lo que nos jugamos, que estamos cumpliendo todos", ha señalado la consejera, que ha querido después enviar un mensaje al público: "Les digo que no se va a dejar hacer ningún evento que no sea seguro."

La semanas de polémica que siguieron al concierto de Raphael han traído a la mesa la presión que se produce sobre los organizadores de un espectáculo. Además de remarcar la seguridad como un hecho garantizado, el presidente de la Asociación de Representantes, Paco López, ha pedido no tener "miedo de las redes y la utilización política de la cultura."

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"Si un empresario se atreve, hace un concierto que se autoriza, con todas las de la ley, y después está una semana recibiendo palos, os garantizo que no se animan a hacerlo", ha enfatizado Rivera de la Cruz. El cantante de rap Rayden, que ha puesto música a este 'Madrid Futura', ha reivindicado la voz de los artistas. "Muchas veces parece que la palabra de los cantantes tiene mucho peso, sobre todo a nivel penal; pero tiene poco para pelear" por la profesión, ha lamentado

Normativa más homogénea entre comunidades y ayudas directas para una industria fundamental para el empleo

Preocupa en el sector cultural la inseguridad jurídica, las normativas diferentes que rigen en cada comunidad autónoma. "Hay que pedir cierta armonía en el mercado español", ha apuntado Gómez Fabra. El presidente de ARTE, Paco López, daba concreción a esa armonía. "Lo  que pedimos es que desde las comunidades autónomas y el Ministerio se cree un entorno normativo jurídico claro para poder preparar una gira", que requiere meses de trabajo.

Entretanto es preciso apoyar al sector con ayudas directas, han dicho, antes de que sea demasiado tarde. Canalizarlas a través de las estructuras correctas es la garantía de su efectividad. "¿De qué sirve que haya ayudas europeas si no hay estructuras que las puedan gestionar?", ha manifestado Jesús Cimarro.

Deben ser ayudas a fondo perdido, a juicio de Gómez Fabra, como fuente de financiación que les permita aguantar. "Somos industria y cultura y, además, somos intensivos en mano de obra", ha dicho el empresario del cine. De momento, el panorama de antoja todavía complejo, con la esperanza del gran despegue en 2022 y la de un regreso a algo similar a la vieja normalidad lo antes posible que algunos miembros de la mesa han situado en 2023. "Hemos pasado ya lo peor", ha lanzado Marta Rivera en un mensaje de cierto optimismo para comenzar a reconstruir la actividad de un sector que, además de empleo, da alimento a las almas: la cultura.