La bodega ribereña experta en vino y trufa

RIBERA DEL DUERO

Briego es una elaboradora ribereña en constante expansión, que representa la cultura del enoturismo en la Ribera del Duero. Son muchos años de un proyecto que está en su punto más álgido a la par que dulce. Un proyecto que hemos conocido este miércoles en compañía de la Ruta del Vino Ribera del Duero con Fernando Benito, su máximo representante.

"Empezamos como la mayoría de bodegas de Ribera, con la ilusión de ir creando algo, mantenernos en nuestro entorno y construir algo que nos provocase ilusión y podérselo transmitir a nuestros clientes. Inicialmente pusimos viñedos y poco a poco crecimos. Tenemos unas instalaciones renovadas y ubicados en un páramo, con una amplitud de vistas impresionantes. El entorno de la bodega es una finca de 16 hectáreas con 9 de viñedo y 7 de encina micorrizada, que está en pleno momento de producción de trufa negra", revela.

Y es que esa es una de las características de Briego, su proyecto de truficultura. "Aquí parte de la finca donde está la bodega es un terreno pobre con poco fondo, pero el contraste que puede dar es idóneo para una plantación de encinas con la esperanza de que diera trufa. Y eso junta las dos cosas. No hay una razón técnica para pensar que fuera a dar triufa. Pero como paisaje y ubicación era una maravilla, y además el valor añadido es que precisamente finalmente sí da trufa", cuenta Benito.

Han cambiado mucho las cosas en esta elaboradora de Fompedraza, desde que en 1992 sacaran al mercado 20.000 botellas con el sello de Ribera. "Se ha ido creciendo gracias a que el mercado ha tenido buena acogida. No tuvimos muchos recursos para promoción o publicidad, pero hemos optado por tener un precio competitivo y calidad, y el mercado ha sido el que nos ha ido creando la marca de prestigio y la demanda", asevera. Un prestigio que se hizo aún mayor cuando se le reconociera en el reconocido periódico The Financial Times. 

Y es que Briego se caracteriza por vinos de gran calidad. "La línea de vinos de autor es la que más premios nos ha dado. Todos entran en perfil de calidad pero los distingo entre vinos comerciales, que son más fáciles de poner en cualquier momento en mesa, y luego hay cuatro vinos de un perfil alto y nivel personal. Los vinos más de autor digamos. Y nuestros valores son la ubicación y los suelos. Ribera tiene muchas diferencias de suelo, altitud, orientación... Nosotros cumplimos con tener buena parte del valle en Peñafiel y Curiel, y otra en el páramo de Fompedraza. Hay una diferencia entre los 750 metros y los 900 metros. Y luego por otro lado los tipos de suelos", explica el máximo responsable de la bodega. 

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Para Benito "dentro de lo que es la andadura Ribera tiene mucho que andar todavía". "Y Ribera se esfuerza en tener un nivel alto de calidad y defender un posicionamiento. Pero las posiciones que tenemos ahora nos obliga a luchar contracorriente. Porque tenemos que luchar para que el producto rote, y a veces tenemos que luchar contra las leyes del mercado y acatar lo que nos traen", añade.

Por último, ha querido hacer alusión a otros elementos diferenciadores de la comarca como es la Ruta del Vino, y su apoyo por este manjar. "Ribera es una puerta o un nombre que abre puertas. Donde vas con Ribera ya te escuchan. A partir de ahí tienes que defender tu producto y acreditar que eres merecedor de ello. Todos los vinos corresponden a una calidad que se espera. Además proyectos como la Ruta es un enlace e impulso importante que nos permite dar a conocer nuestro perfil. Ya hay una publicidad que indica lo que cada puede encontrar. Y a nivel mundial gozamos de una exelente salud. Por eso el mercado internacional ha seguido consumiendo y es donde menos hemos notado el problema de la pandemia", sentencia.

La charla al completo puede reproducirse en el siguiente audio.