Miren Larrion, una rara avis en EH Bildu

Bilbao

Miren Larrion es, era habrá que decir hoy, una rara avis en política. Sobrecualificada para el nivel actual de esta (es doctora en ingeniería industrial) y elogiada por propios y extraños. "Si no fuera de EH Bildu le votaría" era frase común en Vitoria en las últimas municipales. Alejada de la ortodoxia y de la estética de la izquierda abertzale, representaba el futuro al que los clásicos como Otegi deberán ceder algún día el testigo. Su salto a la política vasca se dio en el trío de cabezas de lista que sustituyeron al de Elgoibar por estar inhabilitado, con Maddalen Iriarte y Jasone Agirre. Muchos recordarán su intervención en el debate electoral frente Urkullu. Pero regresó Otegi, el control de los de siempre, perdió la pugna por la portavocía en el Parlamento, y se volvió al Ayuntamiento, donde su generosidad como segunda en las elecciones había sido clave para desalojar a Maroto y elegir alcalde a Urtaran, el número 3. Ahí le perdí la pista diaria.

Le volví a ver el domingo, en el In memoriam de Buesa y Diez Elorza, al que iba todos los años. La ofrenda floral de ayer por el doble asesinato fue su último acto público. La política le echa ya de menos.