Dos años de prisión por acosar a su expareja con 500 mensajes de WhatsApp en dos meses
La Audiencia no considera probado que también la agrediera sexualmente
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Archivo. / Getty Images
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Santander
La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a dos años de prisión a un hombre por saltarse en varias ocasiones la orden de alejamiento que tenía sobre su expareja y acosarla, de forma presencial y por teléfono, al enviarle casi 500 mensajes de WhatsApp en dos meses. Sin embargo, la Sección Tercera de la Audiencia ha absuelto al acusado de un delito de agresión sexual a la víctima, que falleció poco después de los hechos por causas naturales.
En la sentencia se considera probado que el acusado de abril a junio de 2017, el condenado envió a la mujer 479 mensajes de WhatsApp y entró en varias ocasiones en la zona de exclusión que le fue establecida, manteniendo contacto físico con ella. La sentencia ha aplicado la agravante de reincidencia en el delito continuado de quebrantamiento de condena y medidas de seguridad y en el de violencia de género en su modalidad de acoso (coacciones). Pero tras el juicio, la sala no ha considerado acreditado el delito de agresión sexual (violación) en concurso medial con otro de violencia de género en su modalidad de lesiones leves.
La Fiscalía pedía 12 de años y medio de cárcel para el procesado y una indemnización de 12.000 euros a los hijos de la fallecida por los daños morales causados. Según el relato de hechos, el acusado, "a pesar de las prohibiciones y requerimientos" que le fueron impuestos por dos sentencias condenatorias y una medida cautelar vigente "y guiado por la obsesión que sentía respecto de su expareja y con la firme intención de recuperar la relación, incumplió de manera sistemática y reiterada las órdenes judiciales, vigilando su día a día y buscando continuamente el contacto físico o telefónico con ella".
"Toda esta situación provocó un temor y desasosiego en la mujer, quien no solo hubo de bloquear el teléfono del acusado, sino que incluso dejó de realizar sus paseos diarios o hacerlos disminuyendo su frecuencia y duración, decidiendo finalmente interponer denuncia", añade la sentencia.
La sala ha considerado que estos hechos han quedado acreditados no solo por la declaración de la víctima ante el juzgado, sino también "por la contundente prueba documental, testifical y pericial practicada". Sin embargo, la sala no ha dado por acreditada la denuncia de agresión sexual, pues han considerado que no consta que el hombre llegara en su vehículo a donde la mujer se encontraba paseando y la introdujera en el coche, trasladándola a su domicilio.
La sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial no es firme y contra la misma cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria.