Sociedad
Coronavirus Covid-19

Desgaste, estrés y miedo al contagio: las funerarias durante la pandemia

La pandemia ha aumentado un 25% la mortalidad en Aragón durante el año 2020 en comparación con el año anterior. La Hermandad de la Sangre de Cristo percibe este incremento de la mortalidad, una institución medieval que ha vuelto a sus orígenes: la peste

Acceso a las salas de ceremonia 1 y 2 en el Cementerio de Torrero de Zaragoza / Esther Orera

Zaragoza

Lidiar con cientos de muertos cada semana. A esta situación se han tenido que enfrentar muchos trabajadores este año para dar sepultura a nuestros seres queridos.

AUMENTO DE LA MORTALIDAD DEL 25% EN ARAGÓN DURANTE 2020

La pandemia ha aumentado un 25% la mortalidad en Aragón durante el año 2020 en comparación con el año anterior. Son las estimaciones que publica el Instituto Nacional de Estadística. Durante el año pasado, la comunidad registró 17.000 fallecimientos. Desde el incio de la crisis sanitaria y hasta la segunda semana de enero, el INE cifra en 4100 los fallecidos en Aragón en comparación con el año anterior, 1300 más que los muertos por coronavirus que que publica el Gobierno autonómico.  Contando muertes por COVID y por otras razones, el Instituto Nacional de Estadística muestra que el mayor pico de mortalidad de 2020 se produjo entre el 30 de marzo y 5 de abril, en plena primera ola, con 598. El segundo pico, con 347 fallecidos, se localiza entre el 17 al 23 de agosto. El tercer momento con más muertos, independientemente de la causa, fue entre el 2 y el 8 de noviembre, con 509 decesos. De momento, en las dos primeras dos semanas de 2021, que es de lo que hay datos estimativos del INE, se ha registrado un aumento de la mortalidad cercana al 20%.

Los empleados de las funerarias, en primera línea, acusan el desgaste y el cansancio de estos meses donde, además del dolor, han tenido que luchar por garantizar su salud en unos tiempos en los que los EPIS eran casi un articulo de lujo.

Una factura que han pagado en lo personal con grandes niveles de estrés y ansiedad. Siguen sin ser buenos tiempos pero, como señala Javier Grimal, encargado de servicios de Pompas Fúnebres El Paraíso, la situación es mejor que la vivida en la primera ola.

Entonces, "había mucho desconocimiento" porque "faltaban protocolos, equipos de protección y conocimiento", explica. Ahora, "ya sabemos más cosas de las que sabíamos en primavera, y eso nos está sirviendo". Así, "está habiendo diferencias entre esta tercera o cuarta ola y la primera", que fue "desastrosa, con un estrés tremendo todos los días: un día, otro día...", recuerda.

El miedo y el temor al contagio también hizo mella en ellos. "Aquí no se dio el caso pero sé que en otras funerarias hubo personas que se negaron a actuar, a retirar un fallecido por covid por no tener de los elementos de protección adecuados", apunta.

"Desde el punto de vista de la salud laboral, es correcto" pero "desde el punto de vista del servicio que estás prestando, hay que prestarlo como sea, y ahí hubo situaciones de estrés, que llegaron a bajas por depresión y por agotamiento en algunos casos", continúa Grimal.

En este tiempo, reconoce, que se han sentido un poco "abandonados" por la administración. "Fue un nivel más de desinformación, de falta de seguridad", señala, "igual que se pudieron sentir los sanitarios, los taxistas, los policías... o cualquier de los que estábamos en primera línea", critica.

A aquella primera ola, "que dejó huella, le han seguido 3 más, con consecuencias a nivel particular como trabajadores. "Ahora tienes más confianza en que todo está pensado de forma más adecuada para poder hacer una retirada, un servicio", asegura.

La Sangre de Cristo, de vuelta a sus orígenes medievales

La Hermandad de la Sangre de Cristo es otro de los sectores que también está en primera fila en esta pandemia. Esta cofradía se encarga de la recogida de cadáveres de la ciudad de Zaragoza. Desde el verano llevan notando un repunte de la mortalidad, aunque no es comparable a lo que vivieron en primavera.

Cuentan con 8 siglos de historia, con una especial dedicación como principal obra de misericordia la recogida de cuerpos para darles cristiana sepultura, algo que hacían antes y siguen haciendo ahora. Todo comenzó con la peste.

"Desde entonces hemos hecho recogida de cadáveres, ahora son de los que tenemos que poner a disposición judicial" pero "nunca pensamos que volveríamos a nuestros orígenes", señala el presidente de la cofradía, Ignacio Giménez.

Desde el pasado mes de marzo la preocupación es la covid y los muertos que deja a su paso y sigue subiendo. "Hacemos más recogidas y también somos conscientes de que hay más traslados directos del hospital al crematorio por casos de covid", continúa. No obstante, las cifras de ahora poco se parecen a las de la primera ola. "La experiencia que tuvimos en abril y mayo todavía no la hemos superado", reconoce el presidente de la cofradía.

Como todos, están muy pendientes de la vacuna, y de cuándo será su turno cumpliendo siempre las medidas de seguridad. "Ya hemos hecho los trámites para ver si nos pueden vacunar, seguimos con el mismo protocolo, que nos ha funcionado muy bien, dado que ningún hermano ha sido contagiado durante el servicio y vamos con las máximas precauciones y con los equipos máximos de seguridad", concluye Giménez.

 
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