Testimonios del personal sanitario
La Firma de Pedro Brouilhet
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Testimonios del personal sanitario, La Firma de Pedro Brouilhet
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Palencia
Llevo una temporada larga llamando a personas que trabajan en el Hospital, en centros de salud, Residencias de mayores, Centros Socio-Sanitarios... Hoy quiero que cada uno de ellas sean la voz y la letra de mi comentario. Cada frase es el testimonio de hombres y mujeres que se están desgastando para dar lo mejor de sí mismos. No sabemos las consecuencias físicas y psicológicas que tendrá para ellos esta pandemia. Para mí se merecen todo mi reconocimiento y gratitud. Como dice el Papa Francisco son "los Santos de la puerta de al lado". Les invito a escucharles y a pensar un poco.
"No queremos aplausos, necesitamos ser escuchados". "Han querido salvar la Navidad, perdiendo vidas y llenando nuestros hospitales como en la primera ola.""Siempre va por detrás de los acontecimientos". "Estoy agotada física y psicológicamente". "He estado tentada de pedir la baja, pero los pacientes, mis compañeros, la situación, me lo impiden". "Durante el camino de vuelta a casa no paro de llorar, tengo los ojos secos". "Tengo pesadillas". "Me parte por dentro el ver morir a personas solas, sin la presencia de su familia". "Cada vez hay personas jóvenes ingresadas, agarradas a un respirador como única esperanza". Tenemos pacientes que llevan mucho tiempo ingresadas... "Me lleno de rabia cuando veo el parte de sucesos diario de la policía: reuniones familiares, personas sin mascarillas, botellones..." No sé cuándo ha sido la última vez que abracé a mi marido, a mis hijos, a mis padres...""Me he alejado de mi entorno, vivo por y para el trabajo. Me faltan los abrazos, las caricias, el disfrutar con mis amigos". "Todas las conversaciones versan sobre lo mismo". "Falta empatía en nuestra sociedad, vecinos, autoridades". "¿Dónde están ahora esos aplausos de la Gente?""El hospital está colapsado, me acuerdo siempre de la promesa incumplida del nuevo Hospital y de los recortes en la Sanidad Pública". ¿Es tan difícil que las diversas administraciones y los políticos de turno se pongan de acuerdo? ¿Cómo equilibrar la salud y la economía? "No es verdad que sólo atendamos a la gente desde el teléfono."
Mi amiga Nuria compartía conmigo esta reflexión: "Ser enfermera o cuidar, en rigor, siempre ha sido hacerse responsable de la salud de otros, estar pendiente de sus necesidades, proporcionarles lo necesario para que estén bien o evitarles el mal y los peligros. Pero no sólo eso...
Hoy más que nunca, cuidar va más allá: está siendo aprender a sonreír con los ojos, llevar el corazón y el cariño en las manos, aunque estén "enguantadas"; aprender a hacer nuestros el dolor y la soledad del otro y compartirlos estando a su lado, sin palabras, a veces sólo con una mirada y un apretón de manos. Compartir todo eso, apoyando, acompañando, sintiendo con ellos sus miedos, su angustia, sus incertidumbres, sus preocupaciones...
Convertirse un poco en esa "familia" que no puede estar a pie de cama o de consulta con el paciente, escuchando como si tuvieras todo el tiempo del mundo y con el corazón apretado porque sabes que otros pacientes también te esperan. Asumiendo interiormente, en muchas ocasiones, el dolor del que se marcha solo, sabiendo que se va, y que no puede estar arropado por sus seres queridos y queriendo suplir de alguna manera todo ese amor que ellos no pueden darle.
Transmitir de alguna manera (y a pesar de nuestros propios miedos personales) que todo va a ir lo mejor que pueda, que no están solos en ese trance y hacer que se sientan un poco más seguros, un poco menos solos y más acompañados."
Espero que estos testimonios nos ayuden a pensar. Gracias a nuestros héroes sanitarios