Condenan a una mutua a abonar el coste de una prótesis de última generación a un trabajador amputado
Le habían colocado una de 4.248 euros y la nueva costó 33.600
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Justicia / GettyImages - seksan Mongkhonkhamsao
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Burgos
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla ha dictado una sentencia que reconoce el derecho de un trabajador que sufrió la amputación de una pierna a recibir el coste de una prótesis de última generación valorada en 33.600 euros.
La sentencia pone fin a un procedimiento que se inició por una demanda interpuesta por el abogado Santiago Díez, de los Servicios Jurídicos de la Asociación ‘El Defensor del Paciente’.
El trabajador sufrió un grave accidente laboral, en Segovia, en junio de 2017, cuando tenía 27 años, y fue traslado urgentemente a Valladolid donde le amputaron la pierna izquierda.
Posteriormente, recibió tratamiento médico por parte de la Mutua Fremap en su Centro Médico de Majalahonda (Madrid).
La mutua FREMAP colocó una prótesis al afectado, valorada en 4.248 euros, con el fin de recuperar su actividad normal, pero según la sentencia era una prótesis obsoleta, barata que no aportó ningún beneficio al joven y, además, presentaba problemas de sujeción y espacialmente problemas de seguridad, dado que al caminar se desbloqueaba con riesgo de caída.
Dada la situación, el trabajador acudió a una consulta privada en Barcelona en junio de 2018, donde se le indicó el uso de una prótesis de última generación.
La nueva prótesis mejora de forma clara la calidad de vida del trabajador: puede controlar la velocidad y condición del paso, permite estabilidad y fiabilidad, incluso en situaciones concretas como es caminar lento o rápido, salvar pendientes, bajar escaleras alternando las piernas y todo ello acompañado de las piezas precisas.
Esta prótesis satisface todas las posibilidades funcionales que el afectado puede llegar a desarrollar, pero la Mutua Fremap se negó a cubrir el coste de dicha prótesis que ascendía a 33.600 Euros.
La sentencia reconoce el derecho del trabajador al reintegro del coste ocasionado por la prótesis y destaca “la posición privilegiada de los trabajadores respecto al principio de reparación íntegra del daño sufrido con motivo de accidentes laborales”.
Se reconoce en la sentencia que la prótesis de última generación es la s más adecuada a sus dolencias del trabajador, al permitirle “satisfacer todas las posibilidades funcionales que el actor puede llegar a desarrollar en todos los ámbitos de vida”.