Las vivencias de Sixto, un raudense muy querido
A sus 96 años, fue director de Banesto en Roa y siempre catalogado como una persona trabajadora
Cree que todos saldremos de la situación actual
Sixto Ruiz / Imagen facilitada
Roa
Son muchos centenarios quienes habitan la residencia de Roa. Golo y Carmen con 105 años, Antonia con 102, María con 100, Tranquilina con 99, y otros tantos que están a punto de cumplirlos. Este viernes, hemos tenido el placer de conocer no a un centenario, pero sí uno de los que tienen muchas cosas que contar, y que no tardará en llegar a esas edades ya expuestas. Sixto Ruiz Trimiño, durante años director de Banesto en Roa, con 96 años, de los cuales lleva cinco en la Residencia.
"Es un buen muchacho Jorge -el director de la residencia raudense-, hijo de un buen amigo mío. Tengo 96 años ya aunque esté aparentemente bien, ya no me funciona la vista, me canso, y no hago más que comer como un perro", dice entre risas. "He sido muy querido, he sido botones, auxiliar administrativo, jefe de dependencia, conseguí ser jefe en la sucursal, trabajé todo lo que pude y aunque no tuve estudios especiales siempre quise ser querido", añade.
Y es que Ruiz siempre fue querido, y lo sigue siendo. Preguntado por cómo han cambiado los directores de los bancos, es claro. "Antes había más relación que ahora, muchos me querían con delirio, yo he comido chorizo y bebido vino hasta saciarme con la gente que venía. Siempre Ribera del Duero hombre, eso claro. Y siempre he procurado estar a la altura", relata.
Durante todos estos años, se sincera, "he procurado vivir lo mejor posible, he tenido una familia estupenda, mi mujer era una mujer querida, guapa y buena persona, y la familia ha sido lo mejor para mí", apunta. "Codearse con gente buena es lo mejor. Y podremos con todo y con este virus, estoy seguro que podremos lograrlo", asevera.
Y es que como añade Jorge Sainz, el director del centro raudense, "todos los residentes son una fuente de conocimiento, tienes que alimentarte de ella porque nunca dejan de sorprenderte... Un trabajo como este tiene muchas dificultades pero también te transmiten vivencias y experiencias que son auténticos regalos", sentencia.
Las vivencias de Sixto, un raudense muy querido
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