Quizás, o la historia de los tuppers que han emocionado a Puertollano

Puertollano

Esta es una historia a propósito de un tupper. Una historia pequeña, más simbólica que expansiva, pero una historia que localiza exactamente el corazón de un pueblo. Puertollano tiene 226 kilómetros cuadrados, y su corazón, durante esta semana, bombea esperanza contra el desconsuelo desde un cubículo plástico de apenas 50 centímetros cuadrados, seis de ancho, ocho de largo. Sí, lo hemos medido, porque sí, lo hemos visto. A veces, todo es un poco cuestión de suerte. Durante esta semana, el corazón de Puertollano latía dentro de la caja torácica de los tupper que iban apareciendo en la "Plaza del Gongo", a menos de 50 metros de Cisneros 3, el lugar desde el que Cadena SER Puertollano mira al mundo. Un tupper modesto y emocionante, que un día era un salvavidas de sopa, eso fue el martes, y otro una línea de vida nacida en un puchero, un arnés caliente y especiado, un rescate de guiso. O si lo prefieren, apenas unos tupper que aparecían apoyados en el respaldo de un banco, congelados en un primer momento, poco a poco más líquidos con el paso de las horas, y con su contenido escrito con rotulador en la tapa . Escuetamente, sin una explicación o adorno. "Sopa"

Lo que han leído es el comienzo de una historia de generosidad, emoción y misterio. Se la hemos contado en Hoy por Hoy Puertollano, y vale la pena escucharla en su integridad, con el testimonio de varios vecinos de la zona y con el final? de una historia conmovedora  que no acabará con el hambre en el mundo, pero que nos hizo acabar llorando