Iceta, el nuevo negociador de las transferencias

Tres interlocutores en menos de tres años ha tenido el Gobierno vasco en el de Sánchez para negociar las transferencias: Meritxell Batet, Carolina Darias y, a partir de hoy, Miquel Iceta. No encontrarán en Lakua quien les hable mal de las dos primeras, con las que el tira y afloja por completar el Estatuto de Gernika ha dado un salto cualitativo y cuenta, por primera vez, con un cronograma de traspasos. Las relaciones humanas ayudan y la de Erkoreka con ambas ha sido buena.

La designación de Iceta como ministro de Política territorial no parece, de entrada, una amenaza a ese buen clima entre gobiernos. De fama dialogante, federalista, con la plurinacionalidad en el discurso (le persigue su "España nación de naciones"), el PNV le apoyó en el intento fallido de presidir el Senado. Hasta su genealogía ayuda: padre, de Bilbao, de convicciones nacionalistas.

El Gobierno vasco no valora el nombramiento. Por encima de las personas están los compromisos. Y en ese sentido, lo que vale es la reunión Urkullu-Sánchez. Sea o no el ministro Iceta. Que con los vascos, dicho sea de paso, no tendrá que recurrir a bailar para seducirnos. Somos de cadera fija.