Una caraja entre el final del tercer cuarto y el inicio del cuarto complica el Top-8

Valencia

Aunque de salida tras el descanso Asvel volvió a coger la máxima renta de que había dispuesto en la primera parte, ocho puntos, Valencia Basket reaccionó en ese momento de forma espectacular y a base de triples (dos de Van Rossom y uno de Williams), además de dos puntos de Kalinic, conformaron un parcial taronja de 0-11 que nos hacía ser muy optimistas.

Pero nada más lejos de la realidad. Entre los últimos minutos de ese tercer cuarto y, sobre todo, los primeros del último, el equipo de Ponsarnau desapareció del partido y lo terminó perdiendo, con todo merecimiento, por 13 puntos de desventaja, que llegaron a ser 19 a falta de cuatro para el final.

Valencia Basket aspiraba a afianzarse entre los ocho primeros de la clasificación aprovechando el desplazamiento a la cancha del penúltimo clasificado, pero con una estadística tremendamente negativa que sigue vigente, porque nunca ha logrado la victoria en Lyon en toda su historia.

El equipo lionés venía de una meritoria victoria en El Pireo y con ese refuerzo anímico y la mayor fortaleza que suele ofrecer en su Astroballe, donde ya habían caído rivales de entidad como el Barça o el Maccabi y el CSKA había sudado, torpedeó el objetivo de los de Jaume Ponsarnau, aunque como decíamos antes, no fue hasta el último cuarto cuando se desenredó a su favor un choque hasta entonces igualado.

Valencia Basket quería romper su mala racha de cuatro derrotas consecutivas como visitante, pero ya desde el inicio se dio cuenta que no lo tendría sencillo, sobre todo porque no encontró el ritmo en ataque, donde sigue echando mucho de menos a Bojan Dubljevic. En Lyon, donde tampoco ayudó la baja de Prepelic, sólo Kalinic (18) y Williams (11) superaron la decena de puntos en un choque donde tampoco tuvo puntería desde el triple (5/14), precisamente tres de los cuales en el único parcial positivo antes mencionado.

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