Ayuntamiento de cristal
La opinión de Ángel Santiago Ramos (15/1/2021)
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León
El alcalde de la capital leonesa, geólogo de formación, parece alimentarse más de los versos de las nubes que de la solidez de la prosa que se precisa para gobernar un municipio descolocado estructural y socialmente tras décadas de gobiernos conservadores. En 18 meses de alcaldía los pasos dados por José Antonio Díez contienen mucho ruido y pocas nueces.
Ya sé que los programas electorales están para no cumplirse, pero los ciudadanos no debemos aceptar este mal hábito. Citaré dos de sus promesas electorales. Una se refiere a regalar tanta y tanta transparencia, dice, que literalmente tendremos “Un Ayuntamiento de cristal”. La segunda es el compromiso de ofrecer “gratuidad en los transportes públicos a todos los empadronados”.
Ambas promesas siguen hoy en el anonimato.
Si en algo ha gastado Díez la mayor parte del tiempo, energías y dinero es en repetir la enésima calentura nacionalista que sucede en este consistorio. Un asunto al que no dedica ni una sola palabra en su programa electoral. En términos democráticos su conducta representa una traición a la organización política a la que representa y a sus votantes, al convertir en papel mojado su propio programa electoral.
Pies de barro, en campaña tropezó con su propio currículo inflado con un máster en Hidrología que ni cursó ni existía en la oferta académica de la universidad citada. Su última cita con el verbo mentir sucedió en el pleno municipal del 29 de diciembre pasado. Afirmó, sin ser cierto, que el informe solicitado al Ministerio de Hacienda para debatir los presupuestos había sido enviado. Su propio concejal del área lo ha dejado en evidencia.
Que exista o no delito en su conducta, los tribunales dirán. Pero no es un asunto menor que el alcalde de León le mienta al pleno municipal.
