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Una ronda de fútbol

El comentarista técnico Ale Luis Rolo destripa la eliminatoria contra el Villarreal y da las claves de un partido "delicioso"

Los jugadores del Villarreal, celebrando un gol. / LaLiga

Los jugadores del Villarreal, celebrando un gol.

Tenerife

Si hay algo que defina a los equipos de Unai históricamente son los costados, ya que siempre los refuerza para activar las trampas que le concedan transiciones verticales y directas. El submarino amarillo basa sus transiciones ofensivas mediante un 1-4-2-3-1 con referencias de jugadores de ataque en las bandas por delante de los laterales. Vacían inteligentemente el centro del campo a través del 2vs2 en los costados, arrastrando así a los defensores rivales, mediante cortes interiores, y apoyándose en la recepción de Gerard Moreno para conducir con el mayor sentido posible los ataques. La máxima del Tenerife debe de ser impedir al Villarreal lanzar el contraataque.

El conjunto blanquiazul, por tanto, no debería dejar que el Villarreal se beneficie de que el partido se desarrolle en la zona donde más errores ha acumulado desde el inicio del curso el ahora conjunto de Ramis: a campo abierto. En consecuencia, los de Emery, sin esa posibilidad de responder rápido después de un ataque rival, tienen que desarrollar un plan más posicional en campo contrario. Y es precisamente ahí, en un plan de partido con un bloque intermedio/bajo, donde el Tenerife últimamente está encontrando ventajas colectivas y resultados positivos.

En estos casos, ante un rival afín al repliegue como así está interpretando el CD Tenerife sus últimos encuentros, Emery mueve a Trigueros y a Moi Gómez desde la banda al centro, dejando las alas para que no solo se proyecten los laterales, sino también para buscar la conexión entre Trigueros-Gerard Moreno en el perfil derecho. Así es como logra desequilibrar a la zaga contraria. Sobre todo, apoyándose en un Pau Torres que, además de marcar diferencias desde la salida de balón, combina las coberturas a la espalda de los mediocentros y de Pervis Estupiñán (uno de los laterales más profundos de la Liga Santander). Sin esto, lo primero no tendría sentido. O no tendría el mismo resultado.

En el caso de que no juegue Trigueros o Moi y sí Chukwueze, Emery suele atacar la banda derecha con el extremo en lugar del lateral. Y en vistas de cómo viene interpretando el cuadro tinerfeño el propio sistema que Ramis ha empleado en la Isla, dándole un mayor protagonismo de la posesión al rival y corriendo al espacio con sus referencias ofensivas, puede ser esta una de las variables que aplique el cuadro groguet para contrarrestar uno de los principales debes de este Villarreal: sus laterales regalan muchos metros en sus espaldas.

El pase de ronda lo definirán cuestiones que hoy desconocemos, pero muchas de las opciones del Tenerife pasan por el número de veces en las que el desmarque de Apeh a la espalda del lateral izquierdo rival sea percibido y ejecutado de manera eficaz por el emisor del pase como por el receptor del mismo. Porque con este movimiento se activa y se libera al resto. Al igual que se desajusta el contrario. En el caso del Villareal, cuanto más natural y lógico ha sido el proceder de asumir su condición de equipo grande, los puntos fuertes de futbolistas de manera individual y de potenciar sus virtudes como conjunto, mejor ha funcionado el equipo y mejor le ha ido al club.

 
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