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Opinión

Carámbanos y chupiteles

La Firma de Eva Calleja

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Palencia

No puedo evitar recordar hoy historias que me han relatado muchas veces mi abuela, hace tiempo, y mas recientemente mi madre. Historias de cómo eran sus inviernos cuando eran niñas en Becerril de Campos, la localidad que las vió nacer a las dos.

Me hablaban de inviernos congeladores y de cómo se formaban los chupiteles y los carámbanos que eran protagonistas del día a día. Me relataban como era habitual verlos colgando de los tejados y de cómo se formaban en las fuentes.

Qué bonitas palabras: chupiteles y carámbanos. No tan bonita, seguro, la sensación de frío helador que trataban de combatir con el calorcito que daba la gloria. Recuerdo como de niña yo también pasaba algunas tardes de invierno, visitando a mis abuelos, sentada en el suelo, bien calentito, dibujando o escuchando a Boni tocar su violín. Mi abuela contaba como a la hora de irse a la cama calentaban las sábanas pasando una plancha de hierro sobre ellas y como colocaban un ladrillo caliente envuelto en una toalla para los pies.

Recuerdos que me vienen a la cabeza contemplando desde mi casa, con la calefacción a tope, la nieve que dibuja una escena preciosa pero que nos complica la vida porque no estamos acostumbrados ni preparados convenientemente para afrontar estas situaciones.

Multiplico por mucho lo que me contaban y eso me lleva a pensar en el norte de nuestra provincia en la que cada invierno algunas localidades se quedan incomunicadas durante días. He visto fotos impresionantes de algunos lugares, como Piedrasluengas, donde la nieve campa estos días a sus anchas y donde sus habitantes están más habituados a enfrentar las consecuencias de una gran nevada y de temperaturas gélidas cada año.

Filomena ha dibujado un escenario nevado en casi todo el territorio nacional generando el caos en más de un lugar convirtiendo a la capital del país, Madrid, en el centro de ese caos.Y otra vez hemos empezado el año poniendo en valor a todas las personas que durante estos días han trabajado día y noche para ir solventando los mil problemas, las muchas situaciones complejas que se han generado. Un nuevo ejemplo en el que los servicios públicos, los servicios básicos se alzan como esenciales.

Esta noche hemos tenido las temperaturas más bajas registradas desde el año 45 en muchos puntos del país y no puedo dejar de pensar en todas las personas que no tienen un techo y una cama caliente para dormir. Filomena nos deja un rastro helado a su paso y se resiste a dejarnos. Paciencia y prudencia.

Días en los que apetece chimenea y un buen libro o una buena peli o un ratito de charla estupenda con quién compartan hogar. Días para estar en casa todo lo que se pueda, un poquito más en casa que nos vendrá de maravilla para seguir luchando contra el otro asunto que aún tenemos pendiente y que sigue sin dar su brazo a torcer.

 
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