Cuando una ducha caliente es la mejor recompensa
A pie por las montañas nevadas en Segura, o en bici por la serranía de Ronda. Esta semana descubrimos los destinos elegidos por Aristóteles Moreno y José Juan Luque para recibir el nuevo año, con el frío como fiel compañero
La Recompensa. Nieve y curvas para recibir el nuevo año
19:11
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Córdoba
Si son seguidores habituales de La Recompensa, podrán imaginar que ni Aristóteles Moreno, ni José Juan Luque eligieron una forma convencional de tomarse las uvas para recibir el año nuevo.
Paisaje ártico en Segura
El pequeño pueblo de Pontones, a 1.400 metros de altitud, en la zona más despoblada e inaccesible del parque natural de Cazorla, Segura y las Villas, fue el destino elegido por Aristóteles Moreno y su grupo de montañeros "Llega como puedas" para recibir el 2021.
Sierra de Segura. Navidad de 2020 / Aristóteles Moreno
Sierra de Segura. Navidad de 2020 / Aristóteles Moreno
Tras una Nochevieja en la que no dejó de nevar, Aristóteles y sus amigos iniciaron una dura etapa de montaña y nieve que les llevaría desde el pueblo de Pontones hasta Pontón Alto, y de ahí a el Tolaillo. "Una delicia de ruta", en palabras de Aristóteles, que reconoce que le encanta la nieve "porque me devuelve a la infancia".
Otra de las rutas de esos días llevó a Aristóteles hasta el Pinar del Risco, a 1.900 metros de altitud, donde se encontraron un paisaje "ártico, con nieve hasta las rodillas". "Subir ahí no es una broma. Es muy cansado, aunque el paisaje recompensa" nos cuenta el montañero. "Verte en medio de la naturaleza, con toda esa blancura, es una experiencia maravillosa".
En ruta por la serranía de Ronda. Navidad de 2020 / José Juan Luque
En ruta por la serranía de Ronda. Navidad de 2020 / José Juan Luque
Ruta interrumpida por la Serranía de Ronda
José Juan Luque había decidido tomarse la uvas en algún pueblo perdido de la serranía de Ronda. Sin embargo, el repentino fallecimiento de su abuela, de 96 años, por Covid le obligó a regresar a Córdoba antes de lo previsto.
José Juan recuerda que se había detenido en un mirador cerca de Gaucín cuando el 30 de diciembre recibió la triste noticia. A partir de ahí comenzó su particular odisea para regresar cuanto antes a Fuengirola, donde había dejado aparcado el coche. "Yo siempre he dicho que la bicicleta es la mejor quitapenas, porque subiendo puertos se te olvida todo, pero en esta ocasión he de confesar que no me funcionó", reconoce.
