"Estamos heridos"

Cádiz

Los aplausos acompañaron a los espíritus cansados de los sanitarios durante la primera parte de la pandemia. Extasiados, continuaron con su labor, frente al virus, mientras la gente dejó de aplaudir en los balcones. A las 20:00 ya no había una cita con la ovación, pero ellos, los profesionales de la sanidad, siguieron fieles a su terna contra el covid-19.

De entre todos los que se han jugado el tipo atendiendo a pacientes, hay algunos que, además, han visto la peor cara del maldito virus: los sanitarios de UCI.

Radio Cádiz ha reunido a tres profesionales que prestan servicio en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales Puerta del Mar y Puerto Real, para escuchar sus historias, su balance del año que acaba de terminar y cómo ven este 2021, protagonizado por las vacunas, el miedo a una tercera ola y la incertidumbre sobre la nueva cepa procedente de Reino Unido.

Mikel Celaya es intensivista y coordinador de trasplantes del Hospital Universitario Puerta del Mar. Allí, en el centro, ha compartido muchas guardias con Francisco Lozano, enfermero de UCI en ese hospital. En el clínico de Puerto Real, Pilar Martínez es jefa de la Unidad de cuidados intensivos.

Los tres han explicado en los micrófonos de la SER cómo fueron los primeros meses de la pandemia, cuando reinó la incertidumbre, los permanentes cambios y los repuntes en el número de ingresados.

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Han expresado su preocupación por las consecuencias que podría tener para los hospitales la llegada de una tercera ola, porque cogería a las UCI aún llenas de pacientes de la segunda oleada del covid.

"Lo vemos con mucha preocupación, el problema de estos pacientes es que son de muy larga estancia, pueden estar fácilmente 2 meses, así que las camas están ocupadas. Estamos todavía terminando la segunda ola y tenemos las camas ocupadas. Si llega la tercera ola, las camas y los recursos son limitados, estamos muy preocupados por lo que pueda pasar. Porque creemos que va a pasar", ha lamentado Pilar Martínez.

Ellos han sido testigos del horror y la soledad con la que el virus condena a los pacientes de la UCI. Aislados, muriendo sin compañía, sin una mano que les acompañe en el último adiós.

También han sufrido junto a las familias, y han presenciado casos en los que tres parientes de la misma unidad familiar se debatían entre la vida y la muerte la unidad.

Han estado lejos de sus familias aunque las tuvieran en la habitación de al lado. Otros tuvieron que estar sin ver a su hijo más de mes y medio para no ponerle en riesgo, como le sucedió a Francisco.

La pandemia les ha dejado huella. "Estamos heridos", ha dicho Pilar, que ha asegurado que en su extensa carrera profesional nunca había vivido algo así. Mikel ha subrayado cómo el covid-19 les ha hecho más operativos y ha mejorado su cooperación con otras unidades del centro.

Tres sanitarios que han defendido la vacunación, y que se han mostrado contrariados ante los casos de personas que siguen siendo reticentes a ponerse la vacuna contra el coronavirus. 

Escucha la entrevista aquí: