Más que una palabra
'La carta' de David Perdomo, en el 'Hoy por Hoy Las Palmas'
Las Palmas de Gran Canaria
Ya tenemos la palabra de 2020: confinamiento. Un término que hace referencia al "aislamiento temporal y generalmente impuesto de una población, una persona o un grupo por razones de salud o de seguridad". Una palabra que saltó del diccionario a nuestras vidas hace ya 9 meses. La Fundación del Español Urgente considera que este año se puede resumir con "confinamiento". Un aislamiento que nos llegó de un día para otro, sin esperárnoslo, y que salvó la vida de muchas personas y nos la cambió a todos. Quizás no quieran ni recordarlo pero ese confinamiento nos obligó a quedarnos en casa con nuestros sueños, nuestras metas y con nuestros miedos.
Algunos lo pasaron en familia y otros acompañados únicamente por la soledad. Un confinamiento que consiguió que nuestros perros dieran los paseos más largos de sus vidas, que hizo que tirar la basura fuera un placer y que hacer la compra fuera la cosa más entretenida del día. Que hizo que nos volviéramos cocinillas con recetas imposibles, que trasladó los gimnasios hasta nuestros salones y que nos ayudó a valorar la cultura como esa parte del ser humano que nos evade hasta de una pandemia.
Un confinamiento que pese a que nos separó físicamente nos unió como sociedad a las 7 de la tarde para agradecer a los pocos que, paradójicamente, no podían confinarse por su trabajo esencial. Un confinamiento que nos hizo prometer que íbamos a mejorar como personas y como pueblo. Un propósito que se nos olvidó a las pocas horas de la desescalada. 2020 será el año del confinamiento, esperemos que en 2021 no tengamos que volver a repetir este aislamiento. En gran parte depende de nosotros, de que nos comportemos como esa sociedad ideal con la que soñamos convertirnos desde las ventanas de nuestras casas.