El club de novela negra de Cuenca participa en el premio Camarasa a Lluís Llort

Cuenca

Las Casas Ahorcadas es uno de los nueve festivales de novela negra que se han unido para conceder el premio Paco Camarasa en homenaje al mítico duelo de la librería Negra y criminal de Barcelona y alma del festival BCNegra, autor del más que recomendable ensayo Sangre en los estantes que falleció en 2018. En el espacio El rincón de leer de Hoy por Hoy Cuenca hemos conocido cómo se ha conformado este certamen con Sergio Vera y hemos entrevistado al autor ganador de la primera edición, el periodista cultura y escritor barcelonés Lluís Llort con su novela Herencias colaterales.

El certamen Paco Camarasa pretende reconocer a la mejor novela del año de un autor menor de 45 años que haya escrito su primera obra de género o publicado su primera novela en castellano. “El premio consiste en invitar al ganador a todos los festivales que hemos participado y en cada uno de ellos se le organizará un encuentro con lectores”, explica el director de Las Casas Colgadas, Sergio Vera. “Además, de forma testimonial, el pasado 15 de diciembre se hizo entrega al ganador de una placa con una caricatura original de Camarasa”.

Los nueve festivales que promueven este galardón son Aragón Negro, BCNegra, Las Casas Ahorcadas de Cuenca, Getafe Negro, Semana Negra de Gijón, Granada Noir, Pamplona Negra, el Congreso de Novela y Cine Negro de Salamanca y Valencia Negra.

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En una primera ronda, cada festival propuso dos obras, y quedaron cinco finalistas: Los solitarios de Álbaro Arbina; Otoño lejos del nido de Ángel Gil Cheza; Progenie de Susana Martín Gijón; La noche del caimán de Diego Ameixeiras, y la que a la postre resultó ganadora, Herencias colaterales de Lluís Llort.

Esta novela destaca por su originalidad y verosimilitud, empezando por su trama. La historia de Francesca Puigmajor, una mujer de ochenta años que llega a un acuerdo con el exitoso abogado Ernest Claramunt para que cuando la anciana fallezca éste herede su gran piso en el centro de Barcelona a cambio de pagarle una pensión vitalicia. Pero la ganga se complica cuando, décadas después de firmar el contrato, los Claramunt estén al borde de la ruina y tengan que seguir pagando a Francesca, que con más de cien años, sigue sin dar señales de pasar a mejor vida.

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“Los personajes de Herencias Colaterales son tan curiosos y atípicos como creíbles y alejados de los tópicos. Y aunque la novela es muy coral y conoceremos la historia personal de todos ellos, hay uno que brilla con luz propia y que podríamos considerar protagonista, Francesca Puigmajor, ya que la trama en el presente se irá alternando con pasajes de su larga y azarosa vida”, apunta Vera.

“Otro aspecto que destaca y mucho de Herencias colaterales es su estilo, tan sencillo como cuidado, algo que me llama mucho la atención ya que la novela se publicó originalmente en catalán y ha sido traducida por el propio autor”, explica Vera. “El jurado del premio también destacó el negrísimo humor de la obra”.