La pandemia evidencia las carencias de la investigación en Galicia

Santiago de Compostela

Quedan pocos días para que oigamos y veamos en Galicia ese momento, el de la primera persona que reciba aquí su dosis de Pfizer. Al principio llegarán pocas y habrá que conformarse; es el peaje que hay que pagar por estar lejos de la gestión de esa solución por la que la humanidad lleva meses esperando. Estados Unidos y China han liderado la carrera por la vacuna desde el principio. En Europa, sólo Reino Unido con la de AstraZeneca y Oxford se ha colado entre los 10 proyectos más avanzados. La explicación es clara, en nuestro país falla la financiación.

España destinó el año pasado el 1,25 % de su PIB a la I+D; muy lejos del 2,18 de la media europea, que ya queda por detrás de Estados Unidos o países asiáticos como Japón y Corea del Sur. En ese contexto, la cifra gallega fue todavía inferior, un 0,97% de su PIB. Falta dinero, pero sobra talento y así ha sido también en este momento en el que la sociedad ha vuelto la mirada hacia una ciencia a la que lleva años dando la espalda.

En un reportaje elaborado por Ainhoa Apestegui, abordamos el estado de salud de la investigación en Galicia en un momento clave en el que se suceden los trabajos para conseguir más vacunas contra el coronavirus.

Maria José Alonso, una de las científicas más reconocidas del país, este año, especial en todos los sentidos, ha recogido el premio al mérito en la investigación y en la educación universitaria que otorga el ministerio de Pedro Duque, con una gran trayectoria de 30 años detrás, está metida de lleno en uno de los 3 proyectos de la USC para vacunas contra la covid que financia el Instituto de Salud Carlos III. Para ella, y su equipo, los últimos 10 meses han sido de trabajo sin descanso a sabiendas de que son otros los que llevan la delantera.