Se prevé un invierno más cálido y seco de lo habitual en Navarra
Aemet destaca "las situaciones frías y húmedas de finales de septiembre y principios de octubre, más propias de meses invernales"
AEMET Navarra: otoño e invierno en la Comunidad Foral (17/12/2020)
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Pamplona
Navarra tendrá probablemente un invierno más cálido y seco de lo normal tras un otoño también templado y con menos precipitaciones, según el informe que elabora la Agencia Estatal de Meteorología con motivo del cambio de estación.
La previsión estacional en los próximos tres meses, pese a la "limitada información disponible", apunta a que para el periodo enero-febrero-marzo de 2021 hay "una mayor probabilidad de que la temperatura media se encuentre en el tercil cálido" en toda España, tomando 1981-2010 como periodo de referencia.
En cuanto a las lluvias es más probable que la precipitación se encuentre en el tercil seco en la península ibérica, con mayor probabilidad cuanto más al oeste, según las mismas fuentes.
En el caso de Navarra las anomalías térmicas respecto a las medias de referencia (periodo 1981-2010) tuvieron un valor promedio para toda la Comunidad Foral de 0,2 grados por encima de la media. Septiembre fue cálido, mientras que octubre resultó muy frío y noviembre cálido, especialmente en el comportamiento de las temperaturas máximas.
"Por tanto, para el conjunto del trimestre resulta un carácter entre normal y ligeramente cálido", señalan las mismas fuentes, que subrayan que la distribución espacial de estas anomalías muestra un rango de valores entre -0,4 grados -en Bardenas Reales- y +1 grado -en Irurita- con respecto a las normales climatológicas de referencia.
"De especial relevancia fueron las situaciones frías y húmedas de finales de septiembre y principios de octubre, más propias de meses invernales", constata la Aemet.
En cuanto a las precipitaciones presentan para el conjunto de Navarra un valor promedio del 83 %, de forma que septiembre fue normal, octubre húmedo y noviembre muy seco, dando un carácter pluviométrico entre normal y ligeramente seco al conjunto estacional.
La variación en su distribución territorial oscila entre precipitaciones, en relación a la normal, del 44 % en Olite y del 124 % en Valcarlos, con un déficit promedio de -23 milímetros para el conjunto de la Comunidad Foral.
La variabilidad temporal ha sido mayor en el norte de la comunidad donde por ejemplo Valcarlos registró en octubre un 228 % pero sólo un 30 % en noviembre.
En el caso de la estación principal en Navarra, la del aeropuerto, el otoño de 2020 ha presentado en cómputo estacional una anomalía de solo 3 décimas por debajo del valor medio de 14 grados. Septiembre y noviembre han sido normales con tendencia a ligeramente cálidos pero octubre muy frío, lo que ha compensado a los dos meses anteriores.
En cuanto a las precipitaciones, la Aemet califica al otoño de "seco", al registrarse un 73 % de la acumulación normal. Se trata del quinto otoño más seco en el aeropuerto en el transcurso del siglo con 136,6 litros por metro cuadrado recogidos, 50 menos de lo normal.
Además, el invierno meteorológico, que dio comienzo el pasado 1 de diciembre ha arrancado con temperaturas frías y sobre todo con acumulaciones de precipitación extraordinarias. Entre el 3 y el 12 de diciembre se han sumado entre 300 y 400 milímetros en zonas bien orientadas al noroeste de vertiente cantábrica, divisoria mediterránea y Pirineos.
Destacan además las nevadas producidas en las cabeceras de los valles del tercio norte de Navarra con acumulaciones sobresalientes por encima de 1.000 metros.
Como ejemplo, en la estación instalada en el recientemente reabierto refugio de Belagua, el pasado 12 de diciembre llegó a medirse prácticamente un metro de espesor de nieve. En el caso de la Cuenca de Pamplona la cantidad de precipitación rebasa los 100 milímetros, lo que supone cuatro veces más de lo normal en la primera quincena de diciembre.
A falta de dos semanas para acabar el año la Aemet hace ya un adelanto del balance de 2020 en la estación principal del aeropuerto, y desde el punto de vista de las temperaturas indican que hasta hoy es el sexto año más cálido desde 1975, y seis de los siete años más cálidos pertenecen a este siglo.
Especialmente cálidos fueron mayo, abril y febrero y sólo el mes de octubre resultó ser muy frío.
La cantidad total de precipitación acumulada ronda el 100 % aunque el reparto ha sido muy desigual. Un arranque de año muy seco fue seguido de una primavera y un mes de junio protagonizados por la ocurrencia de fuertes tormentas. Julio fue muy seco pero agosto, por el contrario, volvió a ser muy húmedo. A pesar de que el otoño ha resultado algo seco el comienzo de diciembre ha sido extremadamente húmedo.
