El Hospital Mancha Centro lo ha vuelto a hacer: doble premio para su Servicio de Oftalmología
En esta ocasión, el galardón lo ha entregado la Sociedad Española de Cirugía Ocular e Implanto-Refractiva (SECOIR). Además, por partida doble: por un lado, uno en la categoría miscelánea y otro en el de residente más joven.
Valdepeñas
El Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a lograr un nuevo premio por su excelencia. En esta ocasión, el galardón lo ha entregado la Sociedad Española de Cirugía Ocular e Implanto-Refractiva (SECOIR). Además, por partida doble: por un lado, uno en la categoría miscelánea y otro en el de residente más joven. Dos galardones que recaen en el Servicio de Oftalmología de este Hospital en pleno corazón de La Mancha.
El primero de los galardones en este prestigioso certamen científico, uno de los más importantes de España, ha sido por una novedosa propuesta quirúrgica llamada 'Parche de Tenon y Fibrina Autóloga en Perforación Escleral Crónica'. Esta cirugía utiliza la cápsula de Tenon (una capa de tejido que recubre el globo ocular), y la fibrina autóloga (una especie de pegamento que se elabora con la propia sangre del paciente) para cubrir una perforación en la parte blanca del ojo que sufría una paciente de forma crónica.
De este modo, el jefe del Servicio de Oftalmología de la Gerencia de Atención Integrada (GAI) de Alcázar de San Juan, el doctor Fernando González, ha explicado que "gracias a esta nueva técnica quirúrgica conseguimos solucionar esos pliegues y con la fibrina autóloga logramos cerrar el orificio en la esclera, que estaba en la zona ecuatorial del ojo, una zona complicada por su difícil acceso
Por otro lado, el segundo reconocimiento ha caído en la residente más joven. En concreto en Laura García-Filoso, a través de un trabajo denominado 'Fístula carótido-cavernosa en paciente con queratocono’. La fístula carótido-cavernosa es una conexión anómala en el interior del cráneo, que puede ser espontánea o adquirida, principalmente de origen traumático. Por su parte, el queratocono es una enfermedad degenerativa que puede acarrear un grave impacto en la visión.
No obstante, en el caso del paciente intervenido en el Mancha Centro, presentaba sendas patologías y el mérito de este trabajo ha residido en delimitar en qué punto finalizaba unos signos clínicos y cuando empezaban los otros. Algo que reviste una enorme complejidad.