El UCAM Murcia CB desconecta la defensa en el Carpena

Murcia

El UCAM Murcia CB salió al Martín Carpena sin un lesionado DJ que se cayó de la convocatoria. En el cuadro local, Unicaja anunció en los prolegómenos que Bouteille no jugaría por no terminar de recuperarse de su esguince. Con todo ello, los minutos iniciales fueron parejos y Frankamp abrió con triple. DiLeo también sumó y la intensidad fue la seña murciana en el inicio.

Imperial Lima recogiendo la basura al rebote en los fallos de tiro del UCAM, que en los compases del inicio no fueron excesivos. El brasileño fue un seguro en segundas jugadas en un cuarto rapidísimo. Al filo del final del 1Q, un parcial de 5-0 puso en jaque al UCAM, que estaba gozando de buenas sensaciones y ventaja en el luminoso (22-23).

Con 1/5 en triples por parte de Unicaja, la gran baza a favor de los murcianos fue el poco acierto de los de Málaga. Sin embargo, la tendencia cambió y el perímetro se transformó en un serio problema para el UCAM, que en cuestión de minutos no solo vio que su defensa hacía aguas en esa parcela, sino que Unicaja lo plasmó en realidad tanto con Carlos Suárez como con Alonso. Con un serio bloqueo y un tremendo enfado de Sito Alonso, ambos equipos se fueron con 55-44 al descanso.

En el inicio del 3Q, DiLeo mantuvo a su equipo en la remontada, además de Frankamp. De 16 de ventaja, los murcianos se pusieron solo cinco por debajo, aunque la réplica fue otra vez a favor de Unicaja. Con otro parcial de 6-0, los andaluces obligaron a Sito a pedir tiempo muerto nuevamente con un +11 (78-67). Esto quizás fue lo más reseñable y que, junto a los primeros minutos, fue la única estela de esperanza que tuvo el UCAM para encarrilar el choque hacia mejores sensaciones. Pero nada más lejos de una realidad latente: los universitarios estaban perdidos en defensa.

La virulencia ofensiva de Unicaja siguió atenazando a los murcianos sin ningún tipo de reacción cuando los puntos de los de Murcia brillaban por su ausencia. Con ocho minutos cumplidos en el último periodo, el UCAM solo había anotado ocho puntos, una renta imposible para hacer frente al rival cuando los malagueños estaban tan activos en ataque y mejor en defensa.

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Entre Brizuela y Suárez, la renta fue sumando y el guarismo de los 100 puntos estaba cerca para Unicaja. Los pupilos de Sito no se daban por vencidos, pero ya la remontada era una utopía. Al menos, la honra debía ser la última impronta de dignidad, aunque los 22 de renta de Unicaja pesaban y los murcianos se fueron desinflando. Finalmente, lo único que se pudo salvar fue la contundencia de Lima en la asociación con el base y un Frankamp que no fue suficiente a pesar de su gran partido (102-81).