Y ya lo ve, y ya lo ve, es el equipo de Coudet
El Celta gana por primera vez en el Nuevo San Mamés
Vigo
El cántico original viene del equipo de José. Aquel Racing de Avellaneda de los años 60 que gana la Liga, la Libertadores y la primera Intercontinental para el fútbol argentino. Era el Racing de Juan José Pizzuti del que se dice que fue uno de los mejores equipos futbolísticamente hablando que jamás tuvo el fútbol argentino. Aquel Racing que, por ejemplo, sirivió de inspiración a Michels y a su Holanda setentera. El cántico de aquel Racing, invicto durante un año, era el "Y ya lo ve, y ya lo ve es el equipo de José". Un cántico que derivó hace tres temporadas, con la llegada del Chacho Coudet al Cilindro, con la adaptación posmoderna del "Y ya lo ve, y ya lo ve, es el equipo de Coudet". Y Coudet gana con Racing la Superliga Argentina y la Copa de Campeones.
Ahora le ha cambiado el chip al Celta. Un Celta más agresivo, enchufado, ilusionado, trabajado que respeta al rival pero que no lo espera, va a por él. Un Celta con personalidad que va a por el 1-3 en el Pizjuán o a por el 0-2 en San Mamés cuando va por delante en el marcador. Un Celta que es capaz de remontarle al Granada de Diego Martínez. El Celta no sabía lo que era ganar en el Nuevo San Mamés. No lo había logrado nunca. Algún empate pero no había conseguido un triunfo. No ganaba en Bilbao desde la 2005-2006. Hoy ha roto ese maleficio y también es capaz de de ganar fuera de casa. Coudet ha hecho creer a los jugadores: Araujo vuelve a ser Araujo, Hugo Mallo nos recuerda a su versión más añorada; Aspas sonríe con un combativo Mina que se parte la cara y Denis y Brais parecen otros. El fútbol es un estado de ánimo. Está claro. El Celta no pasó apuros y Rubén Blanco no tuvo que hacer una parada en todo el partido. Esa es la mejor noticia. La defensa aclaró sus ideas, se entendió mejor. También porque el equipo, de arriba a abajo, defendió mejor. Más trabajo. Y también el Celta fue capaz de aprovechar sus ocasiones. Falló un par de mano a mano, le anularon (correctamente un gol) y marcó 2. El Celta lleva 7 goles en 3 partidos. Algo que no recordábamos. El Celta lleva dos victorias seguidas y sale del puesto de colista y del descenso. El Celta de Óscar consiguió 2 victorias en los últimos 17 partidos entre la pasada Liga y esta. El Chacho Coudet ha necesitado tres partidos, si contamos el del Pizjuán con un entrenamiento completo con la plantilla como partido suyo. Coudet le ha querido cambiar al equipo el ánimo, el físico y la lectura de los partidos.
Ver a Santi Mina asistir en el primer gol y a tu lateral derecho remachar de cabeza en el segundo palo como si fuese un carrilero nos reconcilia con el Celta de laterales profundos. El Celta del hambre. Ver a Olaza tener dos ocasiones claras de gol demuestra que a este equipo no se le había olvidado jugar. Que los dos goles vengan por recuperaciones de Brais Méndez también le han llevado a dar un paso al frente en agresividad y carácter al equipo; calidad hay de sobra. Por eso Brais llegó a jugar en la Selección Española. Y el gol de Iago Aspas que no deja de sorprendernos. Ese instinto goleador que lo ve todo el fútbol español menos Luis Enrique. Pero ya no es por lo que marca; es por lo que hace jugar al resto. Hay que aprovecharlo.
El Celta suma ya 13 puntos y sonríe un poco más tranquilo. No hay que caer en la euforia. De eso ya se encarga el Chacho Coudet que, no fue a la fiesta de celebración del título de la Superliga de Racing, porque estaba preparando el siguiente partido de Copa. El Chacho Coudet conoce la leyenda del cilindro del Mostaza Merlo. La misma que copió o versionó Simeone en su paso como jugador y entrenador de Racing. Decía el Mostaza: paso a paso. Pues eso. Paso a paso. Pero, por fin el Celta vuelve a caminar. Y ya lo ve, y ya lo ve, es el equipo de Coudet.