La derecha y la libertad
La opinión de Ángel Santiago Ramos (4/12/2020)
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León
La derecha española -y se incluye la leonesa- tiene demasiados intereses sociales, ideológicos y económicos en el sector privado de la enseñanza, desde la primaria a la universitaria, como para dejar que una ley de educación estropee una tarta de la llevan siglos chupando beneficios y prebendas.
La Ley Celaá es homologable en contenidos normativos sobre enseñanza con los que se aplican en la mayoría de los países europeos de nuestro entorno, en todos ellos el estado defiende lo público como un bien necesario para hacer posible la igualdad de oportunidades en un ámbito que, en caso contrario, provoca una enorme injusticia social.
No lo entienden así los grupos municipales del PP y Cs del Ayuntamiento de León que han promovido una moción contra esta penúltima ley de enseñanza. Iniciativa que han ganado en votos gracias a la abstención de los concejales leonesistas, un partido hermano en casi todos los credos e intereses que contiene el catecismo conservador. Una cosa es la patria y otra la cartera, que diría Eduardo López Sendino.
La patronal de los colegios religiosos es un poder de enorme influencia en el escenario de la derecha tradicional en nuestra Comunidad y en esta provincia leonesa. Decenas de colegios religiosos acogen a miles de alumnos al amparo de los conciertos con una administración regional que hace oídos sordos a ingresos extras y a filtros que sirven para una selección encubierta de alumnos.
No es la libertad la que está en peligro como gritan Antonio Silván, Genma Villarroel, sus acólitos y la bendición silente de López Sendino y los suyos.
Lo que temen es que la ley recorte sus privilegios.
