La Cadena SER en Euskadi, más líder en el último trimestre: 295.000 oyentes
La SER tiene una cuota de mercado del 40,5 por ciento en la CAV, según la tercera ola del Estudio General de Medios
Bilbao
La tercera ola del Estudio General de Medios, referida específicamente al trabajo de campo realizado en el último trimestre de 2020, atribuye 295.000 oyentes a la Cadena SER en Euskadi, lo que equivale a una cuota de mercado del 40,5 por ciento en la Comunidad. El dato de la ola viene a ser una “foto” concreta de la audiencia de final de año, a diferencia del de 267.000 oyentes, que refleja el acumulado de las tres olas anteriores.
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Según esta tercera ola, prácticamente uno de cada dos oyentes de radio hablada ha elegido la SER como su emisora de cabecera estos últimos meses de 2020, un año marcado para los medios de comunicación por la suspensión de la segunda oleada del EGM ante la imposibilidad de realizar las encuestas con normalidad, a causa del Estado de alarma y las medidas de confinamiento relacionadas, justo en la época de mayor demanda informativa.
La SER, como líder del sector radiofónico en Euskadi, ha querido reforzar su compromiso social y su carácter de servicio público para atender la demanda de información de la sociedad y cooperar con las instituciones públicas y sanitarias en su lucha contra la pandemia del coronavirus. Durante la crisis sanitaria y económica, la SER ha fortalecido su perfil de referencia para la ciudadanía vasca, dando respuesta a la incertidumbre de los oyentes desde el buen periodismo, aportando rigor en el tratamiento de las noticias y dando protagonismo a las voces de los que saben, a los expertos, para ayudar a contextualizar y entender mejor la información por encima del ruido mediático y propagandístico.
El renovado liderazgo otorgado por los oyentes a la SER obliga a cada uno de los profesionales que lideran sus programas y servicios Informativos a cumplir con la confianza dada, siendo extraordinariamente exigentes con su trabajo, desde la independencia y honestidad profesional, y con la empatía que requiere la gravedad de los tiempos.