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Declaración renta

Los ERTE y el teletrabajo, protagonistas de la Campaña de la Renta 2020

El Colegio de Economistas de Alicante presenta 80 medidas a tener en cuenta para presentar la próxima declaración que estará marcada por la repercusión de la Covid-19

Una mujer realiza la declaración de la renta (simulación) / Europa Press

Una mujer realiza la declaración de la renta (simulación)

Alicante

A punto de finalizar este 2020 desde el Colegio de Economistas de Alicante recomienda ser previsores y tener en cuenta la afectación que puede causar la pandemia a la hora de realizar la declaración de la renta con el objetivo de optimizar resultados. Especial atención, por ejemplo, habrá que tener si se está afectado por un ERTE o si se teletrabaja.

Con tal fin, los economistas alicantinos han presentado un documento con 80 recomendaciones para mejorar la tributación durante la campaña del IRPF que arrancará el próximo abril.

Así, recuerdan que los cobros por ERTE pueden incidir en la declaración en función de la cuantía y hay que tener en cuenta la retención que se ha aplicado a esa cantidad. Si en todo el año se obtienen ingresos del trabajo superiores a los 14.000 euros, se tendrá que declarar y prepararse por si la retención ha sido mínima o inexistente.

Casi con toda probabilidad la declaración le saldrá a pagar al tener dos pagadores. Se puede pedir antes de que acabe el año, recuerdan desde el Colegio de Economistas, que la empresa aumente la retención o se puede solicitar también al SEPE. Además, alertan a quienes no están obligados a declarar que deben hacerlo por tener dos pagadores si se supera el límite.

Los autónomos que hayan recibido una prestación por cese de actividad deben saber que no se considera rendimiento del trabajo.

En cuanto a la nueva realidad del teletrabajo, hay que saber que la entrega al trabajador de ordenadores, móviles o hasta sillas ergonómicas, así como el pago de cantidades de compensación de gastos, son retribuciones en especie y la compensación por gastos de luz y agua o internet constituirán rendimiento del trabajo salvo que se pacte con la empresa estas cuestiones, tal y como recuerda Iván Poveda, vocal de la junta directiva.

Iván Poveda: "Si se está en un ERTE el pago del SEPE se considera un segundo pagador si se supera el mínimo de 14.000 euros"

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Además, durante el estado de alarma, muchos arrendadores, han pactado nuevas condiciones con sus inquilinos. Si se ha decidido una reducción del alquiler, la declaración de ingresos debe reflejar a cantidad acordada y si lo acordado es diferir los pagos, no se reflejará rendimiento del capital inmobiliario durante los meses pospuestos. Las segundas residencias, imputan como renta inmobiliaria, aunque la pandemia no les haya dejado disfrutarla.

Y si se es madre con derecho a deducción por maternidad y se ha entrado en un ERTE suspensivo, se pierde el derecho a la deducción por los meses en que dure el ERTE. Si es un ERTE de reducción de jornada, no se pierde

Por último, recuerdan que el tiempo pasado en territorio español, computa a la hora de declarar, para ello hay que pasar más de 183 días en territorio nacional en el año natural.

Propuestas

Desde el Colegio de Economistas de Alicante, destacan que el impacto de la crisis económica por la pandemia está siendo "muy duro" y se está sorteando con "remedios paliativos", pero defienden que cuando se controle la enfermedad y comience a recuperar la economía será necesario llevar a cabo una reforma "integral" del sistema tributario que permita hacer sostenible la política presupuestaria y ayude a las empresas salir de esta situación.

Finalmente, los asesores fiscales han recomendado tener en cuenta los cambios fiscales que incluye el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado para el 2021 en la planificación hasta que concluya este año. Son cuestiones como la aportación a los planes individuales de pensiones, ya que la cantidad máxima a desgravar pasará de 8.000 euros a 2.000 euros. También hay que sopesar, dicen, adelantar a este año el cobro de rendimientos del trabajo como bonus o gratificaciones o ventas de viviendas, para eludir el aumento de los tramos más altos del IRPF previstos para el 2021. El proyecto presupuestario fija una subida del tipo marginal en dos puntos para las rentas superiores a 300.000 euros y un incremento de tres puntos de la base del ahorro que supera los 200.000 euros.

 
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