Alcaldes y sindicatos se unen para que la mina subterránea sea pronto una realidad

Los representantes sindicales de Cobre las Cruces y los alcaldes de Gerena, Guillena y Salteras, municipios en cuyo término municipal se encuentra la mina, se han reunido para hablar sobre el futuro de la mina que ha finalizado el pasado mes de agosto la actividad de extrancción y que agotará en enero las labores de producción.

Ante este escenario, la empresa ha llegado a un preacuerdo con los sindicatos para desarrollar un ERE en los próximos tres años, cuyas primeras salidas, 68 trabajadores de 230, se producirán en el primer trimestre de 2021. Este expediente, que afectará en total a unos 200 empleados, se lo han presentado hoy los sindicatos a los alcaldes y será ratificado en asamblea de trabajadores a lo largo de la próxima semana.

Lo han firmado UGT y Comisiones Obreras con el objetivo de mantener vivo este yacimiento minero hasta que se ejecute el proyecto que está en tramitación de una mina subterránea, con carga de trabajo para 20 años y empleo para un millar de personas. De forma provinsional, continuará su actividad, aunque con mucha menos carga de trabajo, con un proyecto de reprocesamiento del mineral.

Hoy, de hecho, han acordado aunar esfuerzos para que las administraciones agilicen los permisos solicitados hace algo más de dos años. Los alcaldes pedirán una reunión al presidente de la Confederación Hidrográfica del Guardalquivir, dependiente del Gobierno central, y los sindicatos otra a la Junta.