La UCI de Valdecilla soporta el doble de ingresados de lo habitual
El jefe del servicio de UCI de Valdecilla explica en la Ser que sin embargo, no se ha doblado el personal, ni los medios
Santander
La unidad de cuidados intensivos tiene una ocupación cercana al 35%, un porcentaje que supone tener el doble de pacientes de los habituales, son 60 ingresados en total en estos momentos, cuando lo habitual es estar por debajo de 30.
Se han desplazado a otras unidades todo lo que no son pacientes Covid y el esfuerzo de los sanitarios en este servicio es notable para aguantar la situación. El jefe del servicio, Juan Carlos Rodríguez Borregán, explica que el índice que utiliza el Ministerio no refleja la situación real de la presión a la que están sometidos realmente en las UCIS.
“Todo se complica, ya que no se puede multiplicar por dos el personal de la noche a la mañana. Si vienen varios pacientes de golpe les vamos a poder atender, pero la situación va a ser más tensa y vamos a tener limitaciones”.
“La estancia media de los pacientes que padecen Covid es muy variable”, añade el jefe de servicio, “les hay que apenas están una semana, pero otros, sin embargo, pueden llegar a necesitar ingresos largos que superan el mes”.
La edad media ronda de los pacientes ingresados en intensivos es de 70 años y el perfil es muy similar al de la primera ola, no son cuadros más leves, la enfermedad es igual de grave. “Esta es una enfermedad devastadora”. “Alguien ingresa en el hospital y en pocas horas puede requerir un ingreso en cuidados intensivos, es muy rápida, muy agresiva y con una mortalidad muy alta”.
Advierte que no todos los pacientes que requieren ser ingresados tienen algún tipo de patología graves, les hay que tienen Diabetes tipo 2 o hipertensión. “Añadir cada vez que una persona pierde la vida con covid que contaba con patologías previas hace creer que solo aquellos que tienen cuadros complicados pueden llegara a perder la vida por esta enfermedad”.
Borregán explica que a pesar de la elevada carga de trabaja de los facultativos, no se ha descuidado la atención a los familiares de los pacientes ya que es una labor muy importante y ha resaltado que anímicamente el personal lleva haciendo un esfuerzo desde el mes de marzo muy elevado. “Son muchas horas de hospital y es un no parar”.
Insiste una vez más en no minimizar las consecuencias de padecer coronavirus ya que las secuelas son importantes, especialmente para quienes han estado ingresados en una UCI.
“Al principio parecía que era una neumonía una vez curado el enfermo desaparecía la dolencia, pero lo cierto es que a veces deja un daño en el pulmón no recuperable, los pacientes quedan con fatiga al menor esfuerzo o incluso con oxígeno en casa, también los trastornos neurológicos cada vez son más evidentes. A ellos se suma que pacientes que han estado más de un mes encamados tienen problemas musculares”