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Vivir a pesar del hambre

Radio Cádiz ha visitado algunas de las asociaciones que entregan comida a miles de gaditanos para poner voz a sus historias

Reportaje: Vivir a pesar del hambre

Reportaje: Vivir a pesar del hambre

18:49

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Cádiz

Cuando el hambre aprieta, casi la inmensa mayoría podemos alargarnos sin mayor problema a la nevera para picar cualquier cosa. La sensación de ver el frigorífico lleno nos produce gran satisfacción. Una satisfacción que, sin embargo, es momentánea, puesto que en seguida normalizamos -afortunadamente- el hecho de poder tener comida de sobra.

Es lo más normal del mundo, pero no lo es para todos. De hecho, desde el estallido de la pandemia, cada vez hay más gaditanos que no pueden permitirse el lujo de ver su nevera llena como una rutina más.

En Cádiz, el Banco de Alimentos atiende ya a 34.000 personas, y desde el inicio de la pandemia el número de beneficiarios ha crecido por encima del 30%. La necesidad no para de elevarse, y el perfil de quienes piden ayuda cada vez se aleja más de lo habitual. Ahora es gente mucho más joven, más formada y ni mucho menos habituada a hacer equilibrio sobre el umbral de la exclusión social.

Radio Cádiz ha visitado la Asociación de Vecinos de Astilleros, Cáritas Cádiz y la Olla Solidaria para poner rostro, y sobre todo para dar voz a quienes acuden allí para llevarse comida o para tratar de reorientar su vida y evitar caer al fondo del pozo.

La pandemia ha hecho que en la asociación vecinal atiendan al triple que habitualmente. Solo en poco más de una semana han entregado alimentos a más de 400 familias, unas 1.200 personas.

"Se ve la necesidad de verdad, ya a la gente le está haciendo falta un paquete de macarrones y spaguettis y un bote de tomate", lamenta Pepe Gabiño, el presidente de la asociación.

Allí acuden personas "que tenían nivel adquisitivo alto, con varias carreras, que se los rifaban, y ahora no tienen para comer ni para pagar el alquiler", explica Rubén, voluntario y trabajador social del centro, quien subraya que "esto le puede pasar a cualquiera".

Le sucedió a Rocío, una chica de 36 años que fue despedida de una empresa de marketing en abril y que ahora recibe ayuda alimentaria en la asociación. O a Basil, una auxiliar de enfermería en paro con una hija menor a su cargo.

El hambre se presenta de muchas formas y también atiza a personas con trabajo. Como la beneficiaria que acude a la asociación, cobrando 300 euros al mes en una subcontrata de la Junta de Andalucía y viviendo junto a sus dos hijos en paro.

La pandemia ha destrozado presentes y futuros de familias como la de Rafael, un artista, pintor desde hace 20 años en el mundo del carnaval y los eventos artísticos, y que ahora ha acudido a Cáritas a recibir formación para poder encontrar un trabajo.

La entidad religiosa atendió en 2019 a 6.800 familias. Ahora, y sin que haya acabado aún el año, atiende ya a 7.500, según ha desvelado Antonio, responsable de familias en Cáritas, quien advierte, con pesar, que "la desesperanza se ha instalado en las personas".

Verónica tiene 35 años, una hija de 5 años, otra de 12, y vive junto a su marido. Ninguno de los dos trabaja. Han tenido que volver a acudir diariamente a la Olla Solidaria, en Chiclana, para poder comer caliente.

'La Olla' está en una pequeña casa de la localidad chiclanera, es como un hogar, donde el amor y el cariño van por delante al hacer la comida y al entregarla. Toñi es una de sus responsables, y relata en el reportaje que en la peor parte de la pandemia "atendimos a 250 personas. Ahora son unas 100, pero está volviendo a aumentar, ya están llamándome muchos de nuevo".

Pasar hambre es "algo que hay que sentir", dice Verónica, "porque sientes que la cabeza te va a explotar, te quieres dar un tiro o tirarte por el balcón". Ella le debe todo a la Olla Solidaria, y se emociona cuando habla de su sueño: "tener una casa".

Son las voces, las historias de vida de quienes levantan su cabeza y, con toda la dignidad del mundo, acuden a por una ayuda alimentaria. En todo este proceso, el Banco de Alimentos de Cádiz cumple un papel fundamental.

De sus dos naves del Polígono de El Trocadero, en Puerto Real, salen cada día 6.000 kilos de comida. Al año son 2.500 toneladas. Cantidades ingentes que siguen siendo insuficientes ante el incremento en el número de beneficiarios que han registrado.

La gran recogida de alimentos

Durante esta semana, el Banco de Alimentos desarrolla la Gran Recogida de Alimentos. Una campaña que llega cuando más falta hace, pero en el momento en que es mas difícil de hacer. Y es que no podrá haber recogidas presenciales de kilos de comida como es habitual, sino que este año se centrarán en las donaciones económicas. Desde la entidad animan a enviar dinero a través de Bizum o transferencia y también podrán hacerlo en las cajas de los supermercados, donde el cliente, al pagar, podrá añadir a su ticket final de compra la cantidad que quiera donar.

Se podrá, por ejemplo, en todas las cajas de Mercadona. La empresa cumple también un papel esencial en la donación. Este año han donado casi el triple que el año pasado, según ha explicado Rafa Piñero, director de relaciones externas de Mercadona en Cadiz, quien cifra en 700 kilos la cantidad que han entregado al banco.

Manu Sola

Manu Sola

Redactor y locutor de informativos. Se incorporó a Radio Cádiz en 2018, procedente de Radio Sevilla....

 
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