Ancianos y niños, dos caras de la moneda de esta crónica de la pandemia
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La Columna de Carlos Arcaya: «Ancianos y niños, dos caras de la moneda de esta crónica de la pandemia»
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Alicante
La pandemia ha convertido a ancianos y niños en las dos caras de la moneda de esta crónica de la pandemia.
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Carlos Arcaya / Silvia Cárceles
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Carlos Arcaya / Silvia Cárceles
El drama lo seguimos encontrando en algunas residencias. En esta segunda ola, duele ver cómo volvemos a tropezar en la misma piedra. Errar es humano. La contumacia contribuye a propagar el contagio. Y no aprender de los errores -y de todo lo que está sucediendo, en general- es difícilmente perdonable. Como digo, en todos los ámbitos.
Y por otra parte, el confinamiento ha cambiado la forma de jugar y ha ampliado los tiempos de juego de los niños. Los juguetes han salvado y protegido a los más pequeños, nos dicen desde el Instituto del Juguete.
Los mayores, ya ven, siguen necesitando tratamientos o una vacuna que refuerce sus debilitados sistemas inmunológicos; los pequeños, esperemos que, gracias al juego y a los juguetes, hayan recibido una inesperada vacuna para adaptarse a la nueva realidad sin salir muy dañados.
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