La Guardia Civil de Tarazona incauta 132 kilos de rebollones en Ricla
El Seprona ha interpuesto 29 denuncias administrativas a las 14 personas identificadas: 13 recolectores y el propietario de la empresa comercializadora en Ricla. Sin permiso y para consumo propio, la ley permite 3 kilos por persona y día
La Guardia Civil incauta 132 kilos de níscalos no aptos para consumo / Guardia Civil
Zaragoza
El SEPRONA de la Guardia Civil de Tarazona (Zaragoza) ha incautado 132 kilos de níscalos (o rebollones) no aptos para consumo humano. La mercancía fue intervenida en dos actuaciones diferentes y se transportaba en vehículos sin cumplir las condiciones higiénicosanitarias necesarias.
Según informa la Benemérita, los recolectores, un total de 13 personas, no contaban con permiso de ninguna zona de aprovechamiento regulado para su recolección, por lo que no se garantizaba la trazabilidad del producto.
Las setas intervenidas no reunían las condiciones higienico - sanitarias de transporte ni contaban con trazabilidad / Guardia Civil
Las setas intervenidas no reunían las condiciones higienico - sanitarias de transporte ni contaban con trazabilidad / Guardia Civil
En unas de las actuaciones, los agentes del Seprona localizaron cerca de Ricla (Zaragoza) un vehículo con 4 ocupantes, donde transportaban numerosas cajas con estas setas. Dijeron que los llevaban para su venta para luego desdecirse y señalar que eran para consumo propio.
Ante la sospecha de que pudieran ser vendidos al por mayor sin cumplir los requisitos establecidos para su venta, en algún lugar próximo, los especialistas de SEPRONA realizaron una inspección por la zona y localizaron, en una empresa ubicada en el polígono industrial de Ricla, a 9 personas realizando el pesaje de setas silvestres para su venta.
También habían sido trasladadas en un furgoneta que tampoco cumplía los requisitos higiénico - sanitarios necesarios, sin trazabilidad del producto ni ningún tipo de autorización para su recolección. También fue intervenida esta mercancía.
Como consecuencia de esta actuación, las setas fueron destruidas tras determinar el Departamento de Sanidad que no eran aptos para consumo. La ley permite 3 kilos por persona y día para la recolección sin permiso y consumo propio.
